Ya es bien conocida la influencia que pueden tener los medios de comunicación en la vida socio-política de una nación. Esto se ha demostrado en México en numerosas ocasiones en las cuales son los medios quienes orientan la opinión general de la ciudadanía dando lugar a cambios importantes, quizás, ninguno de estos casos sea tan significativo como el de nuestra Revolución, la cual, como demostraremos, nació y creció en la cuna de los periódicos de la época.
Por aquel entonces, el principal medio de comunicación estaba constituido por los periódicos. Los cuales, creados por mentes inteligentes y ambiciosas, fueron los verdaderos encargados de sublevar al pueblo hasta entonces aletargado y guiarlos por las batallas por la justicia, siendo los originarios de los sentimientos que para 1906 llevaron al primer acto de valentía, la huelga de Cananea.
El Regeneración fue uno de los más destacados periódicos revolucionarios que circulaban de forma clandestina en todo el territorio nacional, impresos y traídos desde Estados Unidos y distribuidos a sobre cerrado por obreros y trabajadores que arriesgando su sustento, decidían contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de sus compañeros y de las generaciones venideras.
Su director y más productivo articulista era Ricardo Flores Magón, quien conforme a lo relatado por Eugenio Martínez Núñez, se encargaba únicamente, junto con Librado Rivera y Antonio I. Villarreal, de los editoriales y artículos de fondo, así como de correspondencia delicada. El jefe de redacción era Juan Sarabia, uno de los fundadores del Partido Liberal Mexicano y que más tarde ocuparía un curul durante el gobierno de Madero por el estado de San Luis Potosí, pero sería encarcelado por Victoriano Huerta. Y el administrador y encargado de toda cuestión financiera, Enrique Flores Magón, quien también contribuía con artículos de forma regular.
Sobre la huelga de Cananea, el magonista Baca Calderón se hizo pasar por un minero con la única finalidad de congeniar con los otros trabajadores, despertarlos y llamarlos a la lucha; para su sorpresa, muchos de los sentimientos revolucionarios ya estaban puestos en sus corazones debido a que “circulaba ya entre algunos vecinos de Buenavista, bajo sobre cerrado, el periódico Regeneración”.
Tras la huelga todo rastro de las oficinas de Regeneración fue borrado, pero a los pocos meses renació con el nombre de Revolución. El que hayan censurado tan enérgicamente a Regeneración es la mejor prueba de que el origen del cambio se encontraba, junto con otros, en este periódico. Por otra parte, el cambio de nombre muestra cómo la ideología de los Flores Magón y sus copartidarios iba cambiando conforme sufrían ataques. Primero sólo buscaban mejoras económicas para los trabajadores, después ya hablaban de un levantamiento armado. Conforme la lucha se fue haciendo más cruenta se distanciaron del mismo Madero y se autoproclamaron socialistas y a continuación anarquistas.
Si bien la revolución se movió en tren, es innegable que nació en los periódicos. Dar a conocer, a través de los medios de comunicación, que existen mejores formas de vida, así como maneras de conseguirla es el primer paso para que los movimientos sociales alcancen sus objetivos. Hoy como ayer los medios de comunicación juegan un papel protagónico; anteriormente a través de los periódicos, después vía la radio y televisión y ahora por medio de los sistemas de comunicación en línea como páginas de agencias, redes sociales y wikis que proveen de la información y de las opiniones de las que pueden surgir los siguientes avances sociales.
Estudiante de la Facultad de Contaduría de la UAQ