Entre el 6 y 17 de octubre pasado se realizó la duodécima Conferencia de las Partes (COP) del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) en Pyeongchang, Corea del Sur, con el tema “Biodiversidad para el desarrollo sostenible”; en ella participaron unos 3 mil delegados de los países firmantes del Convenio, y diversos organismos internacionales y de la sociedad civil.

En esa COP se celebró también la primera reunión del Protocolo de Nagoya, cuyo “breve” título fue: “el acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios derivados de su utilización”. Como es usual en estas reuniones, se tocaron una diversidad de temas relacionados con la biodiversidad. Los países desarrollados reafirmaron su compromiso con aquellos en desarrollo para duplicar los recursos financieros internacionales relativos a la biodiversidad. Asimismo, todos (desarrollados y en desarrollo) acordaron aumentar el financiamiento nacional para la biodiversidad y seguir buscando fuentes adicionales de recursos. En el tema de especies exóticas invasoras se adoptó una guía de regulación comercial (incluido internet), para prevenir que las especies utilizadas como mascotas, en acuarios y terrarios, como carnada o alimento vivo, puedan convertirse en especies invasoras, lo cual llena un vacío regulatorio internacional.

En el tema de cooperación técnica y científica se destacaron las experiencias exitosas de Inbio (Costa Rica), Instituto Humboldt (Colombia) y Conabio (México) como ejemplos de centros de excelencia en la generación de conocimiento e inteligencia para la toma de decisiones en materia de biodiversidad, y que fueron reconocidas como ejemplos a seguir por la Iniciativa Bio-Bridge, lanzada por el gobierno coreano en el marco de la COP-12, para promover la cooperación técnica y científica y de cooperación Sur-Sur, para mejorar la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad.

En estas COP hay un segmento ministerial de alto nivel, donde el secretario de la Semarnat, el ingeniero Juan José Guerra Abud, presidió el panel sobre “Integración de la biodiversidad dentro de los objetivos de desarrollo sostenible y la agenda post-2015”.

Sin embargo, el punto más sobresaliente de la reunión en Corea fue la decisión, por unanimidad de los delegados asistentes, de que la siguiente COP, la número 13, se realizará, a propuesta del ingeniero Guerra Abud en México específicamente en Los Cabos, Baja California Sur, en el 2016 como reconocimiento al liderazgo que nuestro país ha tenido a lo largo de varias décadas en el impulso al conocimiento de la biodiversidad mexicana y a su conservación, con iniciativas muy importantes como las que el gobierno federal tomó desde los tempranos 90 con la creación de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Conanp. Ambos organismos son reconocidos internacionalmente por la calidad de su trabajo y han sido puestas como ejemplo por diversos organismos de las Naciones Unidas para países en vías de desarrollo y con muy alta diversidad biológica.

La COP por celebrarse en México en 2016 será una oportunidad para incluir en su agenda temas de gran importancia tales como: 1) el papel de la diversidad biológica en fortalecer la seguridad alimentaria de países con alta biodiversidad, apoyando y estimulando la agricultura familiar en el mundo que, según FAO, produce 80% de la alimentación del planeta, 2) los estudios sobre blanqueamiento de arrecifes coralinos, de los cuales México cuenta con el segundo en importancia por su extensión y diversidad (el Arrecife Mesoamericano), 3) comprometiéndose a realizar esfuerzos reales de capacitación del capital humano de países megadiversos, cuyos gobiernos asuman la decisión de basar sus decisiones sobre uso sustentable y la conservación de su capital en información científica confiable y de primera calidad. Hay media docena de sistemas de información científica sobre la biodiversidad en el mundo y la mayoría están ubicados en países megadiversos y en vías de desarrollo económico. Ya es tiempo de que los organismos multilaterales involucrados en la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales vivos del planeta, se decidan a apoyar esta cooperación internacional, si es que quieren cumplir con cualquiera de las múltiples metas globales de conservación de la biodiversidad del mundo.

Investigador emérito de la UMAN y coordinador nacional de la Conabio

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