Inicié desde el Senado de la República un ejercicio llamado “La Contramañanera”. Su objetivo es acercar a los mexicanos a la verdad y refutar las mentiras que dice el Presidente de la República todos los días.

Hoy, vivimos momentos difíciles para la economía, la seguridad y la salud de los mexicanos. Por ello, es inaceptable que el Ejecutivo Federal utilice el foro de Palacio Nacional para intentar manipular de manera populista la realidad que se vive en México y así invisibilizar los problemas que enfrenta nuestro país, en lugar de atenderlos y dar resultados.

Desde la contramañanera se exhiben las mentiras que emiten tratando de ocultar la violencia en el país, la falta de medicinas e infraestructura hospitalaria, la pésima administración de la pandemia, la corrupción, las masacres, desapariciones y violaciones a derechos humanos, el clima de agresiones que viven los periodistas, la eliminación de las estancias infantiles, el uso faccioso de las instituciones para amedrentar a la oposición, el desempleo, el incremento de personas en situación de pobreza, así como el aumento en los precios del gas, la luz, la gasolina e incluso de la tortilla.

No se trata de desmentir al Presidente López Obrador sólo con dichos —como él lo hace—, sino con datos duros obtenidos desde el propio gobierno.

En casi tres años la palestra presidencial ha servido más como tribuna electoral que como un espacio para informar al pueblo. Según el Taller de Comunicación Política SPIN, en promedio López Obrador dice 89 afirmaciones no verdaderas. Esto es sumamente preocupante, en un país donde se vive una crisis económica, de seguridad y de salud que lacera a los mexicanos.

Con este ejercicio de la contramañanera, se ha evidenciado cómo desde el gobierno se ataca constantemente a la sociedad civil, sin embargo, la realidad es que las organizaciones no gubernamentales ayudan a la ciudadanía en múltiples necesidades, ya que dan acompañamiento, asesorías, gestiones y suplen las deficiencias gubernamentales. Incluso, han documentado actos de corrupción, han acompañado a las víctimas, han acercado la cultura, han ayudado a tener aparatos médicos y medicinas. Y como respuesta de este gobierno lo que hace es atacarlos, acusarlos y agredirlos.

Otro tema que abordé en la contramañanera fue el libro del Presidente: A la mitad del camino. Llegué a pensar que en este documento encontraría el por qué al incremento de la inseguridad, a la falta de medicinas, al nulo crecimiento económico y otro tipo de problemas que hoy son la constante de cada día. Así que me gasté 248 pesos y 8 horas de mi fin de semana para leerlo, sin embargo, sólo hallé las palabras de una persona alejada de la realidad y anhelante de un pasado que no regresará.

Las contramañaneras han causado incomodidad dentro de la 4T, sin embargo, si tanto molesta al régimen ser exhibido deberían dejar de mentir. El pueblo de México necesita menos populismo y más resultados.

Este ejercicio de contraste demuestra la pluralidad de pensamientos que existen en México. A pesar de los intentos de censura de algunos legisladores subordinados al régimen, seguiré siendo la voz de millones de mexicanos que anhelan un gobierno que dé resultados. La contramañanera llegó para quedarse.

Senadora de la República

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