Este domingo 18, los panistas salen a las urnas a decidir su nueva dirigencia nacional, y lo hacen en el marco de contradicciones, broncas y acusaciones que son normales en un proceso democrático.

No pequemos de puristas, ya lo decía Rousseau: “el hombre le tiene miedo al hombre”, porque, claro es el único capaz de hacerse daño, de ahí que se crearon las reglas para llevar una vida más “armoniosa”. Que no nos sorprenda que al final del proceso sigan las acusaciones en contra de uno u otro, aunque a decir de verdad, los corderistas sigan empeñados en una actitud soberbia.

Para Querétaro la contienda tiene una doble lectura. Si gana la formula Madero-Anaya, es probable que el candidato a gobernador para el estado lo sea Ricardo Anaya; de suceder lo contrario, un triunfo de la fórmula Cordero-Oliva, el candidato lo sería Francisco Domínguez. Aunque podemos hacer más lecturas en cuanto a resultados electorales, especialmente para la presidencia municipal. Marcos Aguilar apoya a la fórmula de Madero-Anaya; en tanto que el actual diputado local Alejandro Delgado Oscoy se ha inclinado por Cordero.

En Querétaro, y creo que a nivel nacional, se habla de una ligera ventaja a favor de Madero, en parte por la pérdida de apoyo que ha tenido Francisco Domínguez, que a decir verdad, se vio reflejado en el cierre de campaña de Ernesto Cordero, un acto muy desangelado, donde su organizador, Eric Salas, estaba muy molestos especialmente con los medios de comunicación que registraban la escasa concurrencia al evento.

Desde la casa de enfrente (Partido Revolucionario Institucional) hay inquietud por los resultados del domingo, de ganar la fórmula maderista, se continuaría con los acercamientos y consensos políticos tales como ha ocurrido hasta este momento, lo que ha permitido gobernabilidad y sacar adelante las reformas constitucionales; de ganar Cordero, habría una fuerte oposición al Pacto por México, probablemente la salida de Acción Nacional.

Hay que recordar que la formula Cordero-Oliva se identifica plenamente con Felipe Calderón, el ex Presidente, quien no perdona que el Partido Revolucionario Institucional haya bloqueado en su mandato las reformas que ahora sí se aprobaron. El apoyo de su esposa Margarita Zavala a Ernesto Cordero, hecha pública a través de un video, nos muestra la polarización de la contienda.

Es claro que si a nivel nacional gana Madero y en el estado pierde, el escenario se mostrará muy competitivo para Ricardo Anaya, y todo dependerá de la cargada que haga la militancia panista sobre quien gane la contienda.

Para Francisco Domínguez es fundamental el triunfo de Cordero, de lo contrario tendrá que posponer sus aspiraciones para la gubernatura.

Por donde se le mire habrá muertos y heridos de esta contienda partidista. El triunfo dependerá de la capacidad de movilización que se haga de la militancia tanto de uno como de otro. La parte operativa resulta sustancial y ambas tendencias lo saben.

Maestro de la Facultad de Contaduría y Administración (UAQ)

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