En colaboraciones anteriores decíamos que los Tratados de Córdoba son los primeros documentos escritos en los cuales se pronunciaba públicamente la independencia de México.
El 28 de septiembre de 1821, y no el 27 día en que entró el Ejército Trigarante en la capital, garantizaba tres principios: la religión, la unión y la independencia. Ahora, en esta época los mexicanos seguimos demandando esa Unidad.
El Presidente de la República decidió conmemorar los doscientos años de Consumación de la Independencia un día antes de la fecha oficial. Se comenta en medios que en términos políticos, la ceremonia no estuvo al nivel planteado originalmente.
Parte de esos festejos fue la lectura de una carta enviada por el Papa Francisco, en voz del cardenal Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente del Episcopado Mexicano una carta con un mensaje profundo y con muchas lecturas, como dicen algunos articulistas, no se puede deslindar de la misiva que envió hace meses el presidente de la República al Vaticano pidiendo que se disculpara por los crímenes cometidos durante la Conquista, al tiempo que demandaba el regreso de códices y otras piezas prehispánicas que son hoy parte del acervo de El Vaticano. Igual que hace más de 200 años, la intervención del Clero fue definitiva.
El Papa, se refirió a errores de la Iglesia y del Estado mexicano en su histórica relación, “no evocamos los dolores del pasado para quedarnos ahí, sino para aprender de ellos y seguir dando pasos, vistos a sanar las heridas, a cultivar el diálogo abierto y respetuoso entre las diferencias y a construir la tan anhelada fraternidad priorizando el bien común por encima de los intereses particulares, las tensiones y los conflictos”.
El cardenal Leonardo Sandri, vicedecano del Consejo Cardenalicio de la Santa Sede, hizo uso de la palabra en el acto conmemorativo del bicentenario. El Vaticano llama a México a dejar diferencias que se vuelven oposiciones, que más tarde se manifiestan como conflictos; conflictos más o menos intensos.
“México es un pueblo mestizo es un pueblo vivo que porta unos valores, un lenguaje y un sentido último de la vida que le han permitido y le permitirán ir forjando sus instituciones y corrigiendo eventualmente sus errores” continuó el Cardenal.
Concluyó su intervención al hacer un llamado al pueblo mexicano a superar cualquier visión reductiva, ideológica o parcial que motive directa o indirectamente al antagonismo de unos con otros, esté tipo de visiones dividen y crean enemistades” expresó que “es necesario trascender la lógica del conflicto y de la polarización”.
La voz de los representantes religiosos caló hondo en los corazones de los mexicanos, el Cardenal Sandri tuvo la intervención con mayores conceptos y mensaje, no solo a sus fieles, sino a los políticos.
La polarización ideológica tiene que ver con la esfera política en todas sus partes elementos u estructuras, está en relación con lo que pasa en el Estado, las cosas que pasan con los partidos políticos y en relación con cosas que pasan en la economía.
No perdamos de vista que la Consumación de la Independencia no fue fácil debido a la pluralidad de opiniones de las personas con tendencia política diferentes y que tenían influencia en la sociedad, sin embargo, ahora somos una gran nación
Evitemos agravar la polarización, que las diferencias no se vuelvan oposiciones insostenibles que pueden llegar a ser conflictos; conflictos intensos.
Expresidente municipal de Querétaro y ex legislador. @Chucho_RH