¿Continúa o no la construcción del NAIM en el vaso de lo que fuera el lago de Texcoco? ¿Es objetiva la consulta popular para ello? De acuerdo a todo lo que ha dicho y hecho el Presidente electo y el personal a su cargo, existe la certeza de cuál será el resultado que arrojará la consulta popular. Ganará la propuesta de AMLO: Santa Lucía. En todos los medios de comunicación, sin excepción, hemos sido “bombardeados” con vasta información, sea para una u otra opción; mucha de ella promovida por los interesados de tal suerte que es información parcial y manipulada para conseguir el objetivo, no es otro que el de convencer a un mayor número de mexicanos sobre cualquiera de los proyectos. No importa cuál sea la mejor opción lo cierto que, a los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, no les interesan las razones, apoyan lo que diga el Presidente electo, tenga o no tenga razón; una prueba por demás contundente de la parcialidad de la consulta, fue lo declarado por el mismo López Obrador, al afirmar que “sería por única ocasión parcial”, al afirmar que México se ahorraría 100 mil millones de pesos si el aeropuerto se construye en Santa Lucía. La declaración induce a los morenistas a salir a votar en masa por la opción que propone Andrés Manuel.

De nada sirven los estudios previos que se realizaron para decidir cuál sería la mejor opción, tampoco todos los proyectos de los expertos para el diseño del mismo; nada vale para los que apoyan la propuesta del Presidente electo, ellos han recibido la “línea” para salir a votar en la consulta. Todos aquellos que no están de acuerdo con Texcoco, sin prueba alguna argumentan corrupción, beneficio a los empresarios ligados con el gobierno de Peña Nieto y priistas metidos hasta el cuello en el negocio, contratos fraudulentos, destrucción del ecosistema, perjuicio a los pueblos originarios (los azuzaron para blandir los machetes), que se hunde el vaso del lago, que hay agua superficial y subterránea, que se derrochan los recursos; argumentos sin sustento. Hábilmente Morena lanzó a su ejército de movilizadores para coptar medios de comunicación y difundir esta información; las redes sociales hacen lo propio. Casi nadie repara en que Santa Lucía es aeropuerto del Ejército y lo utiliza para sus maniobras de seguridad nacional y no deben compartir vuelos civiles y militares en la misma pista. ¿Cuántos aeropuertos en México han sido sometidos a consulta? Hasta ahora ninguno. Sin embargo, el nuevo gobierno justifica que los temas de interés nacional serán sometidos a la aprobación del pueblo. Nuestro sistema democrático y político es de representación popular previsto y lo transforman sin modificar la norma.

A este cúmulo de irregularidades, se suma la inexistencia de norma que regule la consulta, incluso es financiada con el apoyo económico de su militancia congresil, diputados y senadores dan aportación para ello. Los promotores de la construcción (gabinete virtual de López Obrador) en Santa Lucía, se apropiaron de todo; crearon la metodología, escogieron los colores de Morena para las boletas, decidieron en donde sí y en dónde no se instalarán las mesas receptoras, escogieron a los miembros de las mesas, ellos realizarán el traslado de las urnas, realizarán escrutinios y cómputos y darán a conocer los resultados, la cual, anunció el Presidente electo, tendrá efectos vinculatorios para su gobierno. El tema continúa candente bajo una polémica que no tiene razón de ser, dado que el resultado ha sido meticulosamente dirigido para que gane la propuesta a la que le apuesta Andrés Manuel. Con el paso del tiempo las cosas se fueron haciendo más nítidas, todo apuntó a una comedia caricaturesca de consulta popular a la que se sumó cual más; de ahí que todos aquellos que han detectado el mayúsculo fraude, hacen el llamado a no legitimar la farsa: no asistir a la consulta.

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