La construcción de una refinería del tamaño de la de Dos Bocas, para procesar 340 mil barriles diarios de petróleo, se lleva, en promedio, unos cuatro años. Justo lo que va a tardar ponerse en funcionamiento la primera fase de la refinería en Paraíso, Tabasco. Sin embargo, es necesario recordar que los primeros pasos para planear la construcción de una refinería de ese tamaño (análoga a la de Deer Park, en Texas) llevan meses, o incluso años, y que el gobierno de la 4T apenas tomó las riendas del gobierno en diciembre de 2018.

Pero, como no había sucedido antes, la pandemia de Covid paralizó a gran parte del mundo industrial, en todo el mundo.

Las cadenas de aprovisionamiento se vieron prácticamente paralizadas. Se incrementó, notablemente, el costo de las cadenas logísticas.

Aún así, el equipo encabezado por la secretaria de energía, la Ing. Rocío Nahle, entregó la primera fase de la obra en un tiempo razonable, sin que los costos se dispararan y sin que se hubiera tenido que recurrir a préstamos del exterior, lo que habría incrementado aún más la deuda externa y, consecuentemente, las presiones sobre las finanzas del país.

Ayer, 1 de julio, en la inauguración de la primera fase de la refinería, Rocío Nahle señaló que el costo se había incrementado a 9 mil 800 millones de dólares (incluido el pago de impuestos). Una diferencia de 2 mil millones de dólares, nada en comparación a los 30 mil millones de dólares anuales que al final del sexenio de Enrique Peña Nieto importaba México, principalmente de Texas. También es necesario recordar que, en 2018, México apenas procesaba unos 490 mil barriles diarios de petróleo, a pesar de tener una capacidad instalada como para procesar un millón y medio de barriles. Es decir, los gobiernos neoliberales desmantelaron nuestra capacidad de refinación. Es decir, abandonaron el mantenimiento de las refinerías a grado tal que antes de la llegada del gobierno de la 4T, las refinerías estaban funcionando a menos del 32 por ciento.

Por esta causa, a finales de 2018, estábamos importando 600 mil barriles diarios de gasolinas y 240 mil barriles diarios de diésel. Hoy, en 2022, el gobierno de la 4T procesa ya 863 mil barriles diarios de petróleo. Es decir, ahora nuestras seis refinerías en México trabajan a más del 50 por ciento, a lo que hay que agregar la producción en la refinería de Deer Park. Es casi 100 por ciento seguro, que para finales de 2023 regresamos a la, tan necesaria, autosuficiencia en el consumo de petrolíferos.

Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx

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