Desde la capital de la República, nos rebota un asunto del cuál en Querétaro ya tenemos bastos antecedentes, la constitución y “línea” de la “Comisión de la familia”, pero ahora en el Senado de la República, que al instalarse, el senador que la preside (panista of course) José María Martínez, señaló que “acabará con modas y tendencias a favor de la muerte y luchará por recuperar (sic) la familia tradicional”. Nada más cercano a una cruzada evangelizadora, con tintes de cacería de infieles.

No es una sorpresa el que la llamada “Comisión de la familia”, tenga una marcada orientación hacia determinados conceptos, cánones, valores, creencias e ideologías claramente conducidas por y hacía la derecha política y social.

Estas comisiones legislativas desde los estados han estrechado lazos con los sectores más tradicionales y conservadores, en temas que van desde la conceptualización y determinación de un sólo tipo de familia, hasta encumbrar el eslogan de “sí a la vida”, muy emparentado con la filosofía panista y clerical católica.

¿De qué se olvido el senador Martínez? Entre otras cosas de los derechos humanos que asisten a los diversos tipos de familia, estos no sólo consagrados en la Constitución, sino en un gran número de Tratados y Leyes internacionales a los que México se ha adherido.

En nuestra entidad los diputados de Acción Nacional, pertenecientes a ésta conspicua Comisión en el congreso local, lograron ponerle un candado legislativo a la iniciativa que buscaba legalizar las uniones entre personas del mismo sexo. Dicha iniciativa contemplaba reformar el artículo 137 del Código Civil de Querétaro, sustituyendo “la unión de un hombre y una mujer” por “la unión entre dos personas”. La iniciativa ni siquiera logró discutirse en el pleno. Los diputados panistas impulsaron una “consulta” ciudadana para elevar a rango constitucional los conceptos tradicionales de familia y matrimonio, que a su decir “blinda a la familia”; y además resulta ser una fórmula eficaz para cerrarle el paso al matrimonio entre personas del mismo sexo. Y en la misma sintonía, la diócesis de Querétaro se manifestó a favor de elevar a rango constitucional los conceptos tradicionales de matrimonio y familia, mostrando la estrecha relación existente entre la Iglesia católica y los representantes panistas.

Habrá que recordar que en la Encuesta Nacional sobre Discriminación realizada por la Conapred, Querétaro se posicionó como una de las entidades donde prevalece la homofobia. Y con este movimiento de contraofensiva, impiden que cualquier iniciativa dirigida hacia la equidad en materia sexual, sea para el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, o de las personas a formar una familia que escape de los paradigmas tradicionales, resulte prácticamente imposible. Permitiendo así que la homofobia y la misoginia siga siendo el PAN nuestro de cada día. Y ya encarrilados el presidente de la “Comisión de la familia”, el diputado Germán Borja, señalo que el estado no está preparado para legalizar el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, y que el aborto es un tema para el que Querétaro no está preparado. ¿Se refería a la derecha clerical y política? Porque ante la homologación del código penal en el país, las legislaturas estatales deberán discutir dichos temas.

De lo que somos testigos (y víctimas) es de una ofensiva que desprecia profundamente la vida de las personas que no se ajustan a su molde, desacatando leyes y generando intolerancia en los espacios públicos, que deben ser de discusión social abierta, como lo es la casa de los representantes de la sociedad.

Es un hecho social, histórico y cultural que la familia ya no se concibe, en el pensamiento y en la práctica, solamente en la forma tradicional del núcleo biparental de ascendientes y descendientes biológicos. A la par de ésta, se ha dado paso a otros tipos de familia, como la comunal democrática, la homosexual, la uniparental y otras. Incluso en el concepto tradicional, la tendencia es a una redistribución más equitativa del poder, lo cual nos lleva a una familia nuclear tradicional, no patriarcal y democrática.

Una profunda transformación cultural se ha desarrollado en México y el mundo en relación con los temas de la familia, la infancia y la juventud. Posiciones y prácticas culturales que en el pasado reciente aparecían como muy avanzadas y hasta revolucionarias, han sido superadas y han dado paso a nuevas concepciones transformadoras. Querétaro no merece ser rehén de representantes sociales que niegan escuchar y abrirse a la sociedad en general.

Consejero Electoral Instituto Nacional Electoral

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