“Es más fácil hacer leyes que gobernar”

León Tolstói

Durante el periodo de oposición del hoy oficialismo, la CNTE jugó un papel fundamental, eran los socios que no eran socios, eran la causa políticamente correcta, eran una fiera, un tigre idóneo contra el gobierno que se pretendía vencer hasta que, al final, lo terminaron venciendo.

El término de chivo en cristalería, entendiéndose como una persona o un grupo que destrozará todo a su alrededor dada su naturaleza indómita, puede aplicarse a la CNTE y a su papel en la 4T.

Vale un pepino si AMLO tiene popularidad de sobra, a la Coordinadora le da igual porque apostará a su papel de víctima, de marginados del sistema, de los oprimidos, de los reprimidos…

La CNTE viola la ley, bloquea avenidas, bloquea carreteras, bloquea vías férreas, bloquea centros comerciales, secuestra funcionarios, humilla a sus detractores y todo lo hace en pos del pueblo bueno y sabio, todo lo hace “obligada” a efecto de la causa que los asfixia, nunca son y nunca serán responsables de nada, porque ¿quién puede responsabilizar a una víctima sin sufrir las consecuencias políticas del caso?

Ayer, bloquearon las dos cámaras del Congreso para evitar que se dictaminase la modificación, en los hechos abrogación, de la reforma educativa. Sí, para evitar que se cumpliera su histórica demanda.

Se saben poderosos, se saben intocables y hoy quieren más: que exista un pase automático y garantía de trabajo para todos los normalistas, que los agremiados asciendan de puesto y de salario sin evaluaciones punitivas, o sea sin evaluaciones de ningún tipo, que manden al destierro los términos “calidad” y “excelencia” por su vínculo empresarial, que se reconozca a los pueblos marginados, que se reconozca a los pueblos originarios, más lo que se acumule, lo que se les ocurra o lo que se les antoje para dilatar el proceso de la verdadera negociación.

La CNTE, realmente, quiere retomar el control de plazas para hacer lo que hizo siempre, rentarlas, venderlas, cobrar comisiones, diezmos por nómina y todo eso. La CNTE quiere su negocio de vuelta y lo quiere con intereses.

Si el gobierno de Peña pudo ganarle un par de batallas a ese basilisco, fue por la ojeriza, por el encabronamiento social, porque no tenían nada que perder, porque la popularidad les valió madre ante el adarme que les quedaba en su caída al abismo… No iba a durar y no duró.

Pero hoy, la CNTE se le impone a la Cuarta y a López: si usan, como deberían, la fuerza pública, corren el riesgo de ser represores y si los dejan, corren el riesgo de ser alcahuetes y si acceden a sus verdaderas demandas, corren el riesgo de ser corruptos.

No es lo mismo ser borracho que cantinero.

De Colofón

Sospechan que robó la friolera de 300 millones de pesos y ya está bajo proceso judicial, muy pronto estará también bajo la lupa nacional.

Se llama Armando Villarreal Ibarra, extesorero de Mario López Valdez durante su gestión en Sinaloa, parece ser la muestra de que el perdón no llegó para todos.

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