La construcción de acuerdos y consensos puede ser considerada una de las actividades humanas más retadoras, no en el sentido físico, pero sí en el sentido intelectual. Construir acuerdos puede convertirse en una competencia ampliamente valorada en la creación de equipos de alto desempeño, en la construcción de agendas estratégicas, políticas públicas y por supuesto en la ejecución misma de cualquiera de ellos.

Ahora bien, una agenda estratégica es un ejercicio que pretende establecer una conexión entre el presente y futuro de las organizaciones, entre un estado actual y uno deseado que, en principio, permite identificar un mapa de ruta con objetivos estratégicos, lineamientos, planes, responsables, hitos y presupuestos, como elementos básicos; un documento vivo con un horizonte en el tiempo y elementos para hacer seguimiento y control. Para la creación de este tipo de ejercicios, es imprescindible el trabajo coordinado de expertos involucrados con la organización y los temas y, sobre todo, la construcción de consensos entre dichos actores.

Desde hace algunos meses se trabaja en la integración de una Agenda Estratégica Aeroespacial 2019-2024 del Subsistema de Universidades Tecnológicas y politécnicas, dicho esfuerzo permitirá identificar el rumbo que algunas instituciones públicas de nivel superior habremos de seguir en los siguientes años para atender de mejor manera a un sector aeroespacial mexicano que sigue creciendo a tasas consistentes de dos dígitos por más de una década.

Lo más resaltable en la Agenda que se presentará en estos días en la Universidad Aeronáutica en Querétaro, es justamente el esfuerzo que autoridades de todos los niveles de gobierno, académicos y sector industrial -la triple hélice-, han llevado a cabo para configurar una plataforma a partir de la cual todos los actores, puedan establecer tanto mecanismos de ejecución como de seguimiento de proyectos y programas para posicionar aún más a México y sus diferentes regiones en el escenario industrial aeronáutico mundial. Adicionalmente a estos esfuerzos, las autoridades federales han decidido extrapolar este ejercicio de creación de política pública, a un ámbito donde participan actores académicos de otros subsistemas y otras regiones en el país, con la certeza de que tales aportaciones sin duda terminarán de modelar los escenarios que este importante sector mundial espera de nuestro país. En estos trabajos, actores y representantes del sector empresarial, académico, científico, fuerzas armadas y organizaciones que aglutinan a los grandes fabricantes con su cadena de suministro, habrán de construir un ejercicio aún más representativo de lo que se ha gestado y que será presentado como plataforma de lanzamiento para dar rumbo a la aeronave de este trascendente sector.

Este martes, #DesdeCabina, me enorgullece ser parte de los esfuerzos institucionales que habrán de marcar el plan de vuelo de varias instituciones de México, sin embargo lo verdaderamente valioso detrás de la iniciativa es que es el consenso el que ha imperado por sobre intereses fraccionarios y que se ha tenido el arrojo de cuestionar y cuestionarnos los porqués y los cómos para consolidar un sector aeroespacial tan competitivo y reconocido internacionalmente. El consenso ha sido y deberá seguir siendo la clave.

Rector de la UNAQ / @Jorge_GVR

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