Empezaré por hablar de algo bueno que ha hecho el Instituto Queretano del Transporte (IQT). Debo reconocer que la app gratuita que desarrollaron para que sirviera como guía de rutas para los que no conocemos todos los laberínticos trayectos de las rutas de Qrobús ha resultado provechosa.

Aunque no todos los usuarios piensan lo mismo. En la app store la aplicación llamada escuetamente “Transporte Público Querétaro”, tiene una calificación de 3.8 de 5 puntos posibles y un usuario la calificó el pasado 7 de marzo como mala: “es simplemente un web view; para eso, mejor pasen el link”, reclama.

Su última actualización fue hace siete meses y se le agregaron los centros de recarga, según indica. Claro, no informa cuánto cuesta un viaje en transporte público ni los horarios de las rutas, simplemente se limita a marcar en un mapa por donde pasa determinada ruta. Muchas veces falla en la geolocalización y no reconoce muchas colonias populares y el usuario tiene que ubicar manualmente a dónde quiere llegar.

La app fue desarrollada por Jorge Luis Morales Montes, quien además creó la aplicación “Denuncia Corrupción Querétaro”, que es de la secretaria de la Contraloría del gobierno estatal, la cual aún no tiene calificaciones pero sí un reclamo de un usuario quien denuncia que la app se promociona como gratuita pero que le cobraron.

¿Cuánto costaron las aplicaciones de gobierno y por qué están a nombre de un particular y no de la institución gubernamental? Son preguntas que son se pierden ante el mal desempeño del IQT que no atina a cumplir su principal función de volver eficiente el transporte público, lo cual le ocasiona dolores de cabeza a los usuarios y al gobernador le genera rechiflas en colonias populares que se han vuelto su pesadilla.

De nada sirve una aplicación en el celular cuando ya ha oscurecido y miras con resignación desde el arroyo de la calle que tu ruta no va a llegar y vas a tener que pagar un dinero extra sólo para llegar a casa.

De nada sirve una aplicación en el teléfono cuando el camión al que subes ya va lleno y tienes que viajar como sardina y es probable que en esa muchedumbre te birlen el celular. De nada sirve desarrollar tecnología cuando las rutas no tienen lógica y a veces los camiones se empalman y compiten entre sí por el pasaje.

De nada sirve poder revisar con geolocalización que ruta te puede llevar cuando las unidades que te llevan están viejas y con asientos destrozados y el chofer solo piensa en pisar el acelerador para terminar lo mas rápido posible el trayecto.

A finales del año pasado, el IQT aumentó el costo del pasaje en el estado, elevándola a 11 pesos en la zona metropolitana de Querétaro y a 10 pesos en San Juan del Río. El aumento venía acompañado de la eterna promesa de mejorar el servicio, incrementar rutas, tener mejores unidades y, en pocas palabras, finalmente tener un servicio digno de un estado que se presume próspero como Querétaro.

¿Algún día veremos cumplida la promesa de tener un buen transporte público? desde el gobierno de Francisco Garrido (2003-2009) se realizaron viajes de funcionarios, con cargo al erario público, claro, a ciudades con un buen sistema de transporte para estudiarlo e implementarlo en el terruño. Nada pasó.

Con Calzada se intentó reinventar el proyecto y hasta le pusieron Red Q, pero el sistema de transporte era todo menos una red y no funcionó. En campaña, Domínguez exhibía autobuses que hacían imaginar que eran los que implementaría en su gobierno, pero a cambio introdujo camiones chinos que han sido cuestionados por su desempeño en otras ciudades de la República. Ahora, todo lo ponen en manos de una nueva compañía privada. Para entonces, podremos revisar en la app qué ruta del ADO nos podrá llevar muy, muy lejos de aquí, como cantó Alejandro Lora.

Periodista y sociólogo. @viloja

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