Vaya que salieron chispas de los festejos de este fin de semana, y es que tanto en el ruedo como fuera de él el ambiente festivo se tornó peligroso y sobre todo, un tanto hostil.

Desde pasadas columnas habíamos mencionado que el Grupo de Forcados Queretanos había hecho pesar el nombre que lo respalda desde hace 40 años. Primero en el detalle del cartel que anunciaba las corridas de las fiestas patrias, y el viernes ya se trasladó al ruedo.

La sorpresa fue que el primer grupo que salió a pegar el toro fue el de los Amadores, sólo porque su cabeza lo quiso.

Todo mundo pegó el grito en el cielo ya que en el toreo como en la vida, las dinastías y la historia se tiene que hacer respetar. Le pese a quien le pese.

Me comentan que el ambiente fue muy pesado, hostil, casi hasta llegar a los golpes, pero la cordura y la solera de los agraviados salió al quite, todo esto para que no pasara a mayores.

Es imposible que forcados no queretanos pretendan venir a tierras queretanas a imponer su ley, nada más por sus pistolas, pero el respetable público es sabio e inmediatamente se pronunció en las redes.

De los festejos podemos decir que cumplieron, agradaron y, para no perder la costumbre, si lo leemos a la distancia, hasta deslumbraron con el indulto de un toro y varias orejas cortadas.

Por otra parte, mi reconocimiento a los grupos de forcados tanto de Querétaro por no quedarse callados, como de Juriquilla quienes a pesar de los lesionados salieron a flote llevándose el premio a la mejor pega de esa día.

Tarik Othón poco a poco deja de ser una promesa para convertirse en realidad y poder empezar a pelear a los herederos de las dinastías como los Hermoso de Mendoza, ¿Se imaginan un cartel con Tarik Othón y Guillermo Hermoso de Mendoza en Juriquilla?

Espero pronto sea una realidad. Hasta aquí le vamos a dejar en esta columna, pero aún nos queda mucho por comentar y decir, pero ya lo dejamos para la siguiente semana.

olmo_16a@hotmail.com

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