La juventud tiene una enorme vocación para reinventar el mundo, para retomar la herencia cultural entregada por sus padres y por generar nuevas formas para alcanzar una mejor sociedad; por eso necesitamos de la participación de la juventud en la vida pública de nuestro país. Dependemos de su capacidad, esfuerzo e ingenio.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 37.8 millones de personas jóvenes de 12 a 29 años, lo que representa un 30% del total de habitantes en México. Esto nos indica que la fuerza de la juventud es más importante que nunca; por ello, necesitamos que las nuevas generaciones sean más proactivas, que se comprometan con el bien común, y que aporten su esfuerzo y sus talentos para construir un mejor futuro para nuestro país.

Se le atribuye a Mahatma Gandhi la frase: “Se tú el cambio que quieres ver en el mundo”.

Y los jóvenes están llamados a formar parte de ese cambio, a participar con sus capacidades y conocimientos en favor de nuestra comunidad. Algunos ejemplos de jóvenes que han participado activamente y que han dejado huella son Greta Thunberg o Malala.

Tienen la garantía de que ayudar a impulsar el desarrollo de nuestra sociedad, les brindará una nueva perspectiva sobre las necesidades reales en México, sobre las desigualdades sociales y sobre lo que la acción ciudadana puede lograr para generar cambios positivos en los asuntos públicos.

La participación de los jóvenes en la vida pública de México es muy importante también para construir una ciudadanía activa y para fortalecer nuestra democracia, pero sobre todo para ser agentes de cambio en la búsqueda de soluciones a los problemas que vivimos.

Ser un ciudadano activo va más allá de leer las noticias, de votar en las elecciones y de quejarse cuando la situación del país no marcha por donde nos gustaría. Se trata de aprender sobre nuestra realidad, involucrándonos y participando de manera activa en nuestra comunidad. Necesitamos que las y los jóvenes aporten sus ideas innovadoras con el objetivo de construir una mejor sociedad.

Existen muchas alternativas para colaborar con diferentes organizaciones, colectivos o grupos, que requieren de la participación de la juventud para promover el desarrollo sociocultural de México. En esos espacios se requiere su creatividad y su capacidad para generar cambios.

En los jóvenes está el motor que México necesita para impulsar el desarrollo. Entre ellos están los líderes, actuales y futuros, que necesitamos para imaginar y crear un mejor mañana.

La siguiente generación de mexicanos está preparada para hacer la diferencia, y eso significa cambiar la visión materialista de la vida por una visión más humanista. Por una visión en la que damos parte de nosotros mismos a los otros y donde el ser humano vale, no por los bienes materiales que acumula, sino por su capacidad para ponerse al servicio de los demás.

Esos son los jóvenes que México necesita, los que están transformando la realidad para hacerla más justa y con más oportunidades, porque no se conforman con lo que hoy tenemos. Queremos una sociedad más participativa y más exigente, y en la juventud está germinando la semilla de esa sociedad.

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