No cabe duda que Juriquilla sigue siendo la potencia en nuevos valores del toreo, ahora empujando y echando, literalmente al ruedo, a muchachos para que se ganen su lugar ahí en redondel, pero no obstante, El Pollo le pone el sabor mexicano que poco a poco se ha perdido, y hablo de la competencia, la que hace emocionar a los aficionados y de las que salen los mejores toreros.
Y es que ayer el empresario de Juriquilla, al presentar el mano a mano de la sensación española Marco Pérez y el tlaxcalteca Juan Pablo Ibarra, no perdió un segundo en engallar al mexicano, diciendo que le debe ‘poner de a peso las peras’, pues la patria se respeta.
Fue un momento chusco pero de mucha responsabilidad para el de 14 años. Y es que el novillero Ibarra, egresado de la escuela taurina de Tlaxcala y pupilo de José Luis Angelino, tendrá su primer mano a mano de poder en un plaza seria y muy taurina. Esos sinodales son peso pesado, ya que la gente, el nacionalismo, el empresario y todo puede poner nervioso al chaval, así se hacen los toreros.
En otros temas siguen saliendo corridas en lugares poco convencionales, tal es el caso de Tepic, en donde poco se sabe de los toros pero mucho se quiere aprender, y el 21 de abril se abrirá la plaza de Don Antonio para recibir al Juli, Conde y el Galo con toros de Begoña. La última vez que vi una corrida en Tepic, todos creían que era un jaripeo más. Sin duda, esas plazas son una apuesta que en la medida que se sigan haciendo, veremos nuevos aficionados.
Volviendo a Querétaro, esta semana se realizará el festival ‘El toreo se viste de azul’, en El Salitre, que independientemente de la labor, será un buen momento para pasar la tarde viendo buenos toreros.
Y el sábado la corrida de rejones que el Pollito va a dar, quien por cierto luce nervioso como buen empresario para que la gente asista, y es que no es para menos ya que el cartel ‘no le pida nada a nadie’, pues viene una figura internacional como Joao Ribeiro, la alternativa de Fauro Aloi, y ese esperado concurso de forcados que desde ya me hace frotar las manos.
Así, son muchos los menús para saborear el arte de los toros en Querétaro, que sigue siendo punta de lanza en nuevos toreros y los siempre consagrados.
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