A nivel nacional, según datos de la FAO, durante el periodo 2005-2010 se tenía una tasa de deforestación de alrededor de 150 mil hectáreas por año.

Tasa que incluye todos los tipos de vegetación que existen en el país como lo son bosques de coníferas, mesófilo, selvas altas medianas y bajas, matorrales, pastizal natural (la cual de conformidad con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable también se clasifica como terreno forestal), flora hidrófila, etc.

También existen diversas voces de instituciones privadas y académicas quienes han manifestado que la tasa está subestimada ya que derivado de sus análisis reportan una tasa que va desde las 350 mil hasta 800 mil hectáreas por año.

Sin duda que las diferencias se deben al uso de los diversos criterios que se tomaron para estimar la deforestación, la tasa reportada de manera oficial y sustentada en el procedimiento que sigue la FAO es considerar que un terreno al tener una cobertura de copa menor al 10 % es un terreno deforestado opinión que muchas veces es encontrada con las opiniones de diversos actores quienes manifiestan que efectivamente es un terreno deforestado, lo cual no implica que perdió su naturaleza o vocación forestal.

A nivel estatal, Querétaro soportaba (2005, Inegi) casi 414 mil hectáreas cubiertas de bosques conformados por coníferas, latifoliadas, selvas y relictos de bosque mesófilo, de ésta superficie arbolada, al igual que en la nacional, existen diversas estimaciones que van desde las 150,350 o inclusive, más de 1,000 hectáreas por año, sin embargo, todos coinciden en que la vegetación más impactada corresponde a los matorrales y selvas bajas que rodean la zona metropolitana de Querétaro y San Juan del Río y en la zona serrana y los municipios de Amealco y Huimilpan, los bosques de coníferas resienten la degradación de sus poblaciones.

Un instrumento de política en materia forestal que, además de dar certeza en la cifra real que se tiene en el Estado de la evolución de la deforestación, es de gran utilidad para impulsar políticas publicas tendientes a la protección, restauración, conservación y aprovechamiento forestal, son los Inventarios Forestales locales, instrumentos que tienen la obligación de elaborar los municipios según lo mandata la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.

Por lo antes dicho, es urgente que los municipios en coordinación con las autoridades locales y federales, (Sedesu, Sedea, Semarnat, Conafor, Profepa) sumen esfuerzos que permitan por un lado, conocer la evolución de la tasa de deforestación y la de recuperación de áreas forestales, lo cual también aportará los elementos e indicadores que permitan sustentar la toma de decisiones en materia forestal, de no ser así, se corre el riesgo de que se esté planeando sin un sustento técnico ni jurídico adecuado.

Dirigente estatal del PVEM

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