El valle de la ciudad de Querétaro ha recibido aluviones desde antes de que existiese la ciudad misma, se trata de un valle con escasa pendiente, cuya génesis habla de inundaciones que de forma natural ocurrieron en el pasado y que ante el crecimiento vertiginoso de la metrópoli, en las últimas décadas, se vieron agravadas, considerando que los daños usualmente aumentan con el tamaño creciente de la población.

Cuando en nuestra ciudad capital se presentan lluvias intensas, se padecen afectaciones relativas a los escurrimientos que no alcanzan a controlarse con el sistema de bordos, presas y el drenaje pluvial existente, lo cual provoca inundaciones y daños a la infraestructura pública y privada, además de las afectaciones ambientales, al mezclarse agua de lluvia con aguas negras y otras substancias.

La adecuada atención de la problemática de inundaciones de la ZMQ requiere de un Plan Maestro Pluvial Integral para tomar las decisiones pertinentes relativas a la infraestructura hidráulica necesaria, con visión de futuro. Se requiere de una planeación que integre los programas de ordenamiento ecológico locales y el estatal, así como los planes de desarrollo urbano. Asimismo, será indispensable tomar en cuenta el fenómeno de la subsidencia del valle, es decir, su hundimiento a causa de la extracción de agua del subsuelo. Debemos guardar nuestras aguas subterráneas como la reserva estratégica. La subsidencia en el valle provoca daños a la infraestructura pública y privada, así como al funcionamiento de la infraestructura pluvial y los sistemas de drenaje.

El Plan Maestro Pluvial Integral de la ZMQ, proporcionará el conocimiento para programar las obras necesarias relativas a drenes pluviales, bordos y presas, así como para coadyuvar en el desarrollo ordenado y sostenible de la metrópoli. La inversión para llevar a cabo un Plan Maestro Pluvial se justifica plenamente, no debe escatimarse, sus resultados serán la base para la toma de las mejores decisiones.

El impacto del cambio climático será creciente, así como los fenómenos meteorológicos con ocurrencia en condiciones cada vez más extremas, factores que acentuarán el problema de las inundaciones; es indispensable tomarlos en cuenta. Las lluvias intensas que se han tenido en el mes de abril y las ocurridas en este mes de mayo, podrían considerarse atípicas, a su vez podría debatirse sobre su causa, asociada a efectos del cambio climático o a las variaciones naturales en la estadística de las precipitaciones pluviales en estos meses. No resulta sencillo diferenciar en lo que son fenómenos de precipitación pluvial estrictamente naturales o los que pueden estar asociados a causas antropogénicas, así como a la combinación de ambas. No es típico que tengamos lluvias intensas en abril y mayo, si bien es cierto que ha sucedido antes. En la ciudad de Querétaro la precipitación media anual es del orden de 550 mm y se concentra principalmente en los meses entre junio y septiembre, sin embargo esto no excluye del hecho de que puedan generarse precipitaciones significativas en otros meses.

Las inundaciones que ocurrían en el valle, antes de que se estableciera la ciudad de Querétaro, obviamente no provocaban afectación a ningún patrimonio, ni se acompañaban de agentes contaminantes, los cuales son producto de la presencia y actividades de la población.

El riesgo de afectaciones a la urbe a causa de inundaciones, aumentará con el crecimiento urbano y el cambio climático; la mitigación de dicho riesgo dependerá de la adecuada planeación del crecimiento urbano y de la inteligente dotación de la infraestructura pluvial. Se debe hacer cumplir la normatividad que proteja el interés colectivo, así como el desarrollo ordenado y sostenible de la metrópoli.

Procurador del Medio Ambiente de Querétaro.

jzepedag@queretaro.gob.mx

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