Es ya una de las características que podrían definir la forma de trabajar del presidente de la República. Basta una crítica en contra de las acciones del gobierno de la cuarta transformación, como lo hiciera Guillermo García Alcocer, presidente de la Comisión Reguladora de Energía, para que el mismo mandatario volteara su ira hacia el funcionario e iniciara un linchamiento mediático en su contra y su familia. La Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, politóloga y antropóloga, inició una carpeta de investigación para saber la probable existencia del conflicto de intereses que pudiera tener el servidor público acusado, condenado y vituperado públicamente sin dato alguno que haga presumir la existencia del conflicto de intereses; “definición” que la misma Ley de la Comisión de Energía prohíbe a cualquiera de sus funcionarios e inhibe la contratación de ellos en caso de existir ese conflicto de intereses. Doña Eréndira, haciendo uso del aparato publicitario que cubre las conferencias del mandatario, anunció que había iniciado la investigación, pidió al servidor público solicitar licencia temporal para separarse del cargo en lo que ella hace la investigación y acumulación de pruebas en contra de García Alcocer, a quien mediáticamente ya sentenció el gobierno federal.

Seguramente la secretaria ignora que puede ordenar la separación del cargo (temporal) en tanto se lleva a cabo el procedimiento administrativo de responsabilidad, durante el cual el servidor público acusado tendrá todo el derecho de ser oído y vencido en juicio, incluso llegar a la instancia de la justicia federal. García Alcocer públicamente pidió de inmediato una audiencia con el presidente de la República, para acreditarle la inexistencia del conflicto de intereses. Dos días después, también de manera pública, el mandatario le dio respuesta, no sin antes atajar que sería cuando su agenda lo permita. Incongruencia del Presidente, cuando él mismo acostumbra a dar audiencias “callejeras y banqueteras”, sin solicitar las audiencias de manera previa.

Como el aparato del gobierno federal es un “monstruo” cuando actúa en contra de algún ciudadano incómodo, el presidente también giró instrucciones para que el quejoso Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, también sacara sus instrumentos “belicosos” y los enfilara en contra de Guillermo García Alcocer, a fin de encontrarle cualquier problema fiscal o financiero, ligado al conflicto de intereses. La ira del presidente ha sido desatada, con risa burlona, demostrando así su frustrante intolerancia a la crítica, desatando a la vez su peligrosa venganza, simplemente por osar contradecirlo. De tal suerte que la tremenda exhibida de ignorancia de los 3 enviados (propuestos) del Presidente de la República (para ocupar cargos en la Comisión Reguladora de energía), al Senado y ser evaluados por los senadores, ha pasado al olvido. Otro frustrante acto del titular del Poder Ejecutivo, si bien la Ley dice que las propuestas son hechas por el titular de la Secretaría de Energía, lo cierto es que los enviados fueron avalados por el mismo presidente y durante el examen quedaron en el más absoluto ridículo público por su extrema falta de conocimiento en materia de energías, demostrando, eso sí, su megaignorancia manifiesta, la que fue hecha del conocimiento público por todos los medios de comunicación. Pareciera que la característica fundamental de los recomendados y nombrados por el presidente debe ser necesariamente la ignorancia, la lealtad y obediencia ciega, elementales para ingresar a las filas del gobierno.

Las pruebas hasta hoy son vastas para acreditar la incompetencia demuchos servidores públicos que acompañan al Presidente en el empeño de lograr la cuarta transformación ¡Ya basta!

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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