Con la ausencia del gobernador Francisco Domínguez y el alcalde Luis Bernardo Nava, situación que no pasó desapercibida para los cientos de ciudadanos que acudieron al patio de la delegación Centro Histórico, el miércoles 17 de abril secretarios de los gobiernos estatal y municipal tuvieron que aguantar reclamos y exigencias legítimas de ciudadanos que se oponen a la tala de árboles.

Aunque Marco Del Prete, Secretario de Desarrollo Sustentable; Romy Rojas, Secretaria de Desarrollo Urbano y Obras Públicas; y Apolinar Casillas, secretario de Gobierno Municipal en la capital, escucharon las críticas de los cientos de ciudadanos, en el “diálogo” que pregonaron y presumieron, los hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad expresaron su enojo porque no estaban ni Domínguez Servién ni Nava Guerrero.

Las obras públicas que realizan el gobierno estatal y las administraciones municipales de Querétaro y San Juan del Río amenazan con perjudicar no solo el medio ambiente, sino la calidad de vida de miles de habitantes al talar cientos de árboles de ambos municipios, pese a que señalen que habrá reposición de masa vegetal y sembrarán otros árboles.

Ayer sábado 20 de abril, cientos de ciudadanos marcharon por las calles del Centro Histórico para exigir detener el “ecocidio” instrumentado gradualmente por las autoridades de distintos niveles de gobierno en avenidas como Zaragoza, Belén, más el “puente de la Historia” en San Juan del Río.

Así, en menos de tres meses, los gobiernos del PAN en Querétaro han resucitado la indignación social de la ciudadanía, gracias a su incapacidad, omisión, ineficacia, inexperiencia o equivocaciones en las problemáticas de medio ambiente, transporte público y seguridad. Estas dos últimas problemáticas, señaladas y evidenciadas con estadísticas oficiales y hechos en las últimas dos colaboraciones de quien esto escribe.

Hoy que en la tradición del catolicismo se celebra la resurrección de Jesucristo, en Querétaro podemos decir que la indignación también ha resucitado, aunque todavía falte encaminarla a objetivos más claros y concretos para todos los habitantes que se están organizando y demandando un alto en las obras de los “ejes estructurantes” del transporte público y otras supuestas mejoras viales.

Durante el foro del miércoles 17 en el patio de la delegación Centro Histórico, se alcanzó a escuchar varias veces la frase “¡ya se van!”, expresada por ciudadanos que con molestia auguran la salida del PAN en el poder, a más de dos años de la jornada electoral en 2021.

Ayer sábado 20, ciudadanos recolectaron firmas para tener herramientas y dar batalla también en lo jurídico, contra los planes y los objetivos de los gobiernos en Querétaro. Si el diputado Jorge Herrera Martínez (PVEM) y la diputada Abigail Arredondo Ramos (PRI) de verdad quieren ser de oposición, deberían llamar a cuentas y exigir soluciones al gobierno estatal, en su calidad de presidentes de las comisiones de Medio Ambiente, y Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Comunicaciones, respectivamente.

Mañana lunes 22 de abril, está anunciada otra reunión entre autoridades y ciudadanos que organizados en varios colectivos y con liderazgos, están provocando no solo malestar sino preocupación a más de uno en las administraciones estatal y municipal.

Si bien se puede considerar obvio el desgaste que ha sufrido el gobierno y la imagen de Francisco Domínguez Servién después de la mitad del sexenio, a partir de su tercer informe va en picada tanto su credibilidad y la aprobación entre la población, que ve cómo no se resuelven ni la inseguridad, ni el transporte, ni proteger el medio ambiente.

Ojalá los asesores de comunicación y política del gobierno estatal que estuvieron en el patio de la delegación Centro Histórico la tarde del miércoles 17 de abril, pasen bien el reporte y aconsejen a sus jefes, porque de lo contrario los resultados y los hechos en el corto y mediano plazo no serán de su agrado. La indignación social resucitó y amenaza con crecer.

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