Francamente, tenía una enorme curiosidad periodística por ver con qué cara, con qué actitud estaba enfrentando Andrés Manuel López Obrador su primera gran crisis como presidente de México. Así que el viernes pasado me fui a su conferencia mañanera. Aquí mi pregunta con su respuesta:

RR: Independientemente de la distribución de las pipas y del día a día, si usted ha establecido el combate al huachicoleo como una de sus prioridades, quiere decir que estamos hablando de un problema de dimensión nacional y un desafío también de crimen organizado, que por definición incluye connivencia y complicidad de los gobiernos en turno al más alto nivel. La pregunta es si algún día vamos a conocer a los huachicoleros, pero no a los que pican los ductos sino a los huachicoleros de a de veras, los huachicoleros de cuello blanco de este país, que tanto han sangrado nuestras venas abiertas, recordando lo que decía algún gran pensador. Esto por un lado y por el otro, si su propio gobierno está pendiente de evitar variables amenazas de las que se está hablando, como pérdidas económicas gigantescas, inflación o desempleo; en suma, que este combate tenga efectos negativos o contrarios a lo que está buscando, señor presidente.

AMLO: Sí, Ricardo, enfrentar este problema, este flagelo, que se permitió durante muchos años, es algo que podría incluirse en el libro Las venas abiertas de Eduardo Galeano, por las dimensiones del saqueo y la tolerancia de parte de las autoridades. Yo he dicho que no se va a permitir la corrupción ni la impunidad, cero corrupción, cero impunidad. Y, en este caso, ya están en curso investigaciones para sancionar, castigar a los involucrados, con el propósito también de aplicar el criterio de limpiar de arriba hacia abajo; porque la corrupción en México se ha dado de arriba para abajo y así vamos a barrer el gobierno como se barren las escaleras, de arriba para abajo, y no vamos a dar ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso. Vamos a enfrentar esta corrupción porque es una vergüenza, entre otras cosas, que a México, en una reciente encuesta realizada en 176 países, se le colocó en el lugar 135 en corrupción; así que estamos considerados entre los países más corruptos del mundo, por sus gobiernos, no por el pueblo, porque el pueblo de México es un pueblo honesto. Tan es así que por eso estoy optimista, por eso estoy seguro de que vamos a salir adelante, porque no es el pueblo el que practica la deshonestidad, es la llamada clase política y los traficantes de influencias que son una minoría; así que vamos a purificar la vida pública del país con el apoyo del pueblo, con el apoyo de la gente. No se van a generar, como quisieran nuestros adversarios, desequilibrios económicos ni financieros; ayer se fortaleció el peso y en los días que llevamos —40 días aproximadamente— se ha apreciado el peso y ahí están los datos, y se ha mantenido estable la Bolsa. Acabo de ver información de que está considerado México entre los países más seguros para la inversión, todo esto por la confianza que da este gobierno y por la decisión de no permitir la corrupción. Que haya un auténtico Estado de derecho en el país, porque lo que había era un Estado de chueco. Entonces vamos a poner orden y, creo yo, que las cosas van a mejorar.

RR: Le aprecio su respuesta, señor presidente.

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