Los testimonios de los trabajadores de la salud que atienden a pacientes con Covid-19 son demoledores. La falta de insumos de calidad que realmente los protejan de resultar contagiados es lo que más se ha denunciado, pero no es a lo único a lo que se enfrentan. Si una doctora, un enfermero, un camillero o cualquier integrante de los equipos médicos del IMSS se enferma de Covid, recibe dos semanas de incapacidad. Pasados los catorce días tiene que regresar a trabajar, esté como esté. Por increíble que parezca, no se espera a que de negativo en dos pruebas diagnósticas como plantean los protocolos internacionales. De acuerdo a los epidemiólogos, la carga viral de un paciente de Covid, no necesariamente desaparece luego de dos semanas. Muchos siguen contagiando aún pasado ese tiempo y deben permanecer aislados. Sin embargo, en el Sector Salud los obligan a regresar a trabajar, así que el personal médico debe cuidarse doble: puede contagiarlo un paciente o puede contagiarlo un compañero.

Por eso no sorprende que, de acuerdo a una encuesta publicada el 4 de junio por Consulta Mitofsky, el 87% del personal de la salud teme infectarse y 71% tiene miedo de morir al atender coronavirus. Saben que su trabajo implica riesgos, pero las condiciones en que han tenido que desempeñarlo en esta pandemia multiplican esa exposición. Para colmo, muchos han sido víctimas de agresiones y discriminación. Las autoridades los protegieron al inicio y poco después los dejaron solos.

De acuerdo a esta misma encuesta, el 74% de los trabajadores de este sector considera que la actuación del gobierno para cuidar al personal médico ha sido mala. Hay solo un 15% que la califica como buena. Es interesante también la credibilidad que tienen las cifras de personas contagiadas y fallecidas que comparten las autoridades. Entre el personal médico, hay un 49.7 por ciento que cree poco o nada en esos datos, contra un 50.2 que cree mucho o algo.

En lo que no hay discrepancia es en que todos quisieran trabajar con la protección adecuada y en mejores condiciones. Tienen la vocación de salvar vidas, pero no tendrían que hacerlo arriesgando la suya. Los trabajadores de la salud son héroes. No lo conviertan en mártires.

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