Hoy es la fecha límite para que el Gobierno Federal presente el Paquete Económico 2022.

Esta fecha es importante, porque es cuando el Poder Ejecutivo manda al legislativo el proyecto de Ley de Ingresos del próximo año donde se estiman los montos que recibirá el gobierno de diferentes fuentes, así como el Presupuesto de Egresos de la Federación donde se da a conocer en qué va gastar estos recursos.

El presupuesto es el elemento que permite contrastar si el discurso está acompañado con acciones. Al menos con más recursos para implementar las acciones necesarias.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) le da seguimiento a este tema. El año pasado encontró que el Presupuesto 2021 fue inercial, a pesar de que se elaboró después del golpe de la pandemia. Esto quiere decir que la mayoría de los recursos se distribuyeron como en años anteriores, sin tener suficiente margen para responder a la crisis sanitaria y económica.

En específico, llamó mucho la atención que el gasto para la función salud, es decir aquel que se utiliza directamente para ofrecer servicios médicos y garantizar medicamentos (entre otros rubros), tuvo una disminución en términos reales.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) registraron un mayor presupuesto para 2021. Sin embargo, esto se debió principalmente por un crecimiento en el presupuesto destinado para pensiones. De hecho, ambas instituciones presupuestaron un gasto para salud casi 2% menor que el año anterior. ¿Cómo solventan la mayor demanda por servicios de salud que ha derivado la pandemia?

En lo que respecta a lo que reciben los estados como aportaciones para salud, a través del Ramo 33, se observa una tendencia creciente desde 2018 que se aceleró en 2020. El presupuesto para 2021 fue 3% que el de 2020 en términos reales. ¡Solo 3% mayor cuando estamos viviendo la peor crisis sanitaria de la historia moderna!

Los datos para el sector educativo nos cuentan una historia similar. El presupuesto de la Secretaría de Educación Pública para 2021 fue solo 0.2% superior al de 2020, un cambio ínfimo cuando el sistema educativo requiere renovarse para evitar una condena sobre el futuro profesional de los estudiantes.

En lo que respecta al Ramo 33, las aportaciones para entidades federativas para educación también fueron muy parecidas a las del año anterior, con un incremento real de 0.36%. Estos montos incluyen el gasto para la nómina docente, infraestructura educativa de diferentes niveles y educación tecnológica y de adultos. ¿Cómo recuperar a las escuelas dañadas tras el abandono? ¿Cómo preparar a los maestros para enfrentar estos desafíos?

Combatir los estragos de la pandemia y avanzar hacia un estado de bienestar requiere mayor inversión en la gente. En este contexto, es fundamental incrementar el presupuesto de salud y educación.

En ese sentido, ¿qué hará Querétaro ante un contexto donde es probable que los recursos federales para estos fines estén restringidos?

¿Estará la entidad dispuesta a invertir más en su gente, aunque eso implique contratar deuda? Las respuestas a estas preguntas nos reflejarán las verdaderas prioridades de esta administración.

Google News