Entre los desafíos que se tienen en Querétaro están los relativos al agua, su conservación (las aguas subterráneas han sido sobreexplotadas), aprovechamiento, abastecimiento, tratamiento de aguas residuales y mitigación de inundaciones; desarrollo sustentable, adecuado desarrollo urbano y movilidad; el cuidado de sus recursos naturales y del medio ambiente; elevar la calidad de vida de la población, lo que se relaciona con los ya mencionados, además de otros componentes fundamentales como lo son la seguridad, salud, educación, justicia, crecimiento de la actividad productiva y de la inversión y, con ello, oportunidades de trabajo bien remunerado, eliminación de la pobreza, Estado de derecho y gobierno que lo garantice. Requerimos de gobernantes con conocimiento del pasado, presente y visión de futuro, con imaginación, prudencia, sentido de la observación y humildad intelectual. Estos últimos cuatro atributos fueron expresados por el ex rector de la UNAM, doctor Nabor Carrillo (ingeniero civil por la UNAM y doctor en mecánica de suelos por la Universidad de Harvard), quien señaló que lo mismo eran útiles para tratar con ciencias como con seres humanos, y a él le habían servido para ejercer su responsabilidad como rector.

Para la mejor respuesta a los retos, se requiere del compromiso de sociedad y gobierno, de cada ciudadano, todos debemos asumir responsabilidad en los ámbitos de nuestra competencia.

Los retos arriba señalados están interconectados, no son todos ni están mencionados en orden de importancia, pero sin duda son relevantes. En este espacio del que disponemos, únicamente comentaremos algunos de ellos.

En cuanto al agua para abastecimiento, recientemente se ha venido planteando que Acueducto II no será suficiente para atender las necesidades futuras de la ZMQ y que se requiere un Acueducto III, que costaría cerca de veinte mil millones de pesos para traer más agua de la cuenca del Pánuco. Por otro lado, queda mucho por hacer respecto a las inundaciones que ha vivido nuestra metrópoli, hasta la fecha no se están asignando los recursos en la medida necesaria para financiar las investigaciones que se requieren. Se invierte poco en estudios, de ahí el riesgo de no disponer de un plan integral que permita que las inversiones en infraestructura, que atiendan la problemática de las inundaciones, correspondan a las mejores decisiones. Sobre este reto, ya hemos escrito en esta sección varios artículos.

El acelerado crecimiento de nuestra ZMQ ha permitido ver que la infraestructura implementada ha sido insuficiente respecto de dicho crecimiento de la urbe, lo que se muestra en la saturación de vehículos en las vialidades, en el aumento de tiempos de traslado, que en consecuencia provocan pérdida de horas hombre, mayor gasto de combustible, contaminación ambiental, deterioro en la calidad de vida y desarrollo no sustentable.

La ZMQ crece poblacionalmente y en cantidad de nuevos fraccionamientos, lo que desborda la capacidad de la infraestructura vial. Días atrás, mencionaba el presidente municipal de Querétaro que se tenían pendientes las solicitudes de 200 fraccionamientos para agregarse a los existentes, fenómeno que también se está dando en los municipios vecinos y lleva a vaticinar lo que se provocará a la escasa y deficiente infraestructura vial disponible, así como las inversiones que serán necesarias para asegurar el funcionamiento de la ZMQ.

El transporte público urbano sigue siendo un pendiente no resuelto, se observa desorden, falta de calidad del servicio y unidades en mal estado. No parece existir visión de futuro que permita establecer un sistema de transporte público moderno, atractivo, eficiente, amigable ambientalmente y accesible para atender adecuadamente la movilidad y desalentar el uso del vehículo particular.

Ex rector de la UAQ

zepeda@uaq.mx

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