El 31 de octubre recibimos la noticia: el Poder Ejecutivo del estado de Querétaro se hizo acreedor al premio “Obras CEMEX 2013” con la edificación del Gran Paso Acueducto en la categoría de Infraestructura, obra llevada a cabo por constructores queretanos y con el apoyo de asesores queretanos y de la Ciudad de México.

Esta obra de ingeniería aprovechó el excelente capital humano formado en nuestra Alma Mater, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Participaron 12 empresas constructoras y seis asesores. La inversión fue de 135 millones de pesos y fue realizada en un lapso muy corto, del orden de cinco meses, iniciando a finales de agosto del 2012 y concluyendo en enero del 2013. Los estudios previos fueron concienzudos, requirieron dos años de investigación geotécnica y estructural, así como de procedimientos constructivos y análisis de alternativas, entre otros, ante el reto que implicaba abordar la necesidad de ampliar la capacidad del paso inferior Bernardo Quintana en su intersección por el emblemático Acueducto, símbolo y patrimonio de nuestra ciudad.

La exigencia de cuidados resultaba mayúscula, para preservar esta obra histórica y monumental durante la construcción de la ampliación del paso inferior era trascendental con el compromiso de garantizar la seguridad del Acueducto. El gobierno del estado que encabeza José Eduardo Calzada Rovirosa y la ingeniería queretana, con gran sentido de la responsabilidad, atendieron la necesidad de aumentar la capacidad vial del Bulevar “Bernardo Quintana”, logrando ampliar de dos a tres carriles en cada sentido.

La labor del ingeniero Sergio Chufani, entonces secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas fue relevante, así como la de su equipo de trabajo, entre quienes se contó con el ahora secretario José Pio X. Salgado Tovar y la arquitecta Romy Rojas Garrido, entonces subsecretaria de Desarrollo Urbano y Administración de Obra Pública.

Gracias a estudios previos y a la aplicación de las medidas preventivas e ingeniería moderna, el resultado ha sido un éxito desde todo punto de vista. La instrumentación instalada durante la realización de la obra, sensores de movimiento y acelerómetros, permitió el monitoreo continuo del comportamiento de arcos y columnas, además del aseguramiento por medio de una estructura temporal que brindó posibilidades de apoyo a los arcos, en caso de requerimiento.

Se tuvo la convicción y se tomó la decisión de afrontar el reto, ampliando en un tercer carril en cada sentido de la vialidad, teniendo como prioridad la seguridad del monumento histórico.

El beneficio principal de la obra ha sido agilizar el aforo vehicular en una de las zonas más conflictivas de la metrópoli ya que pasa de un nivel F (donde los vehículos se encontraban prácticamente detenidos) a un Nivel B (de servicio), que significa un recorrido continuo.

El premio CEMEX es un certamen que cada año distingue lo mejor de la construcción en México, así como otros países, y fomenta la cultura de innovación, reconociendo el talento de todos aquellos que hacen posible las mejores obras.

Cabe destacar que el jurado calificador está compuesto por reconocidos especialistas del gremio de la arquitectura y construcción a nivel internacional.

Esta obra, además del beneficio urbano, también lo tiene en el cuidado del medio ambiente, al hacer más eficiente la circulación de los automóviles, disminuye la cantidad de las emisiones contaminantes de los mismos. Asimismo, decrecen los tiempos de traslado y por tanto se ahorran horas-hombre. Por esta vialidad cruzan al día 200 mil vehículos en todas las direcciones.

Procurador del Medio Ambiente

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