El arranque de un nuevo año nos da un sinfín de oportunidades, por un lado nos permite evaluar los logros y fracasos del año que termina y reflexionar sobre sus causas y efectos para multiplicar los primeros y disminuir los segundos. Por otro lado y mirando al futuro, trazar la ruta y definir las metas que habremos de intentar alcanzar al recorrer el camino elegido.

Más aún, nos da la posibilidad de observar y elegir las acciones y actitudes con las que queremos ser vistos y recordados por nuestros seres queridos y por las personas que nos rodean.

Es por lo anterior que hoy le doy las gracias al Presidente López Obrador, ya que con su ejemplo me mostró claramente cómo no quiero ser ni visto ni recordado.

Sí, me mostró que no quiero ser  recordado como alguien que sembró el odio y rencor entre los mexicanos, como alguien que dividió a los hermanos y que insultó y difamó a quienes pensaron diferente.

Le agradezco que con su actuar y decir me mostrará lo reprobable que alguien puede llegar a ser y lo importante y valioso que es ser siempre fiel a principios y valores, a ser congruente y no a manejarme por conveniencias “políticas” o intereses económicos ni tampoco por una ambición desmedida de poder.

Me mostró que no quiero ser ni visto ni recordado como una persona mentirosa y que al no cumplir con sus promesas y compromisos solo se dedicó a esconder su irresponsabilidad e incapacidad repartiendo sus errores y deficiencias en los hombros de los demás.

También le agradezco que me mostrara que no quiero ser ni visto ni recordado como una persona que nunca tuvo la humildad y la grandeza de espíritu para reconocer sus errores, pedir perdón y corregir el rumbo. No puedo dejar de agradecer que me mostrara también que no quiero ni ser ni visto ni recordado como alguien dominado por prejuicios ni resentimientos. Gracias Presidente por mostrarme lo pequeño que puede ser una persona soberbia.

Reitero, por lo anterior y por mucho más, le doy las gracias, Presidente. Su actuar y su decir me indicaron que así, como usted, no quiero ser ni visto ni recordado.

Exsenador