Tras varios meses de especulación y análisis, por fin se conoció con certeza que Gilberto Herrera Ruiz, exrector de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), contenderá para la gubernatura de la entidad queretana. En este marco varios nombres se habían barajeado de forma interesante, entre ellos el de Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el de Juan José Jiménez, senador por Querétaro. Con esto, ¿qué implicaciones tiene para el panorama electoral en el estado de cara a 2021?

El plazo establecido por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que los funcionarios que deseaban participar en el proceso electoral de 2021 presentaran su renuncia, concluía ayer sábado. En dicho contexto, y a sabiendas de que Nieto había sostenido que permanecería en el Gobierno Federal (GF), las miradas se concentraron en las siguientes acciones que podría ejecutar Herrera. Su dimisión el viernes como Coordinador Estatal de Programas de Desarrollo en Querétaro de la recientemente reformulada Secretaría de Bienestar evidenciaron su decisión y colocaron punto final a esta serie de especulaciones.

Aquí se edifican un par de preguntas ineludibles de analizar: la primera, ¿es Herrera el mejor candidato disponible de Morena para la gubernatura de Querétaro? Nieto era una carta muy pesada, no sólo porque labora en el GF, o porque es cercano a López Obrador, o porque, en tal caso, es queretano, sino porque sus labores en la UIF han probado ser cruciales para el combate a la corrupción que la 4T ha buscado librar. En consecuencia, era entendible que alguien como Nieto tuviese todo el apoyo del partido y de la presidencia para erigirse como candidato a la gobernatura de Querétaro. Pero hasta aquí no se ha considerado el “factor Gilberto” en esta ecuación.

El tiempo de Herrera como rector de la UAQ probó ser significativo en muchos aspectos, entre ellos haber mejorado la posición de la Máxima Casa de Estudios de la entidad en el ranking nacional. También defendió la posición de la universidad ante el gobernador, Francisco Domínguez, lo que aumentó la percepción hacia el académico como luchador social. Esto y muchas acciones más en conjunto le permitieron obtener un apoyo sinigual y vencer en las elecciones de senaduría en 2018.

En este panorama, si bien Nieto podría hacer una labor emblemática a nivel federal y tendría más cercanía con López Obrador, Herrera es una figura más conocida en el estado. El recuerdo fresco de su administración en la UAQ y su actividad reciente como delegado federal de programas sociales en la entidad, consecuentemente generaría un apoyo e impacto mayor en su candidatura por la gobernatura, colocándolo en una posición inmejorable en esta contienda de selección de candidatos.

Esto invariablemente nos lleva a la segunda pregunta, que es: ¿podrá vencer Herrera en 2021 ante la conocida candidatura panista de Mauricio Kuri González? No es tan fácil la proyección. Querétaro ha sido un bastión del Partido Acción Nacional en tiempos recientes, pero eso ha sido suficiente para que el partido blanquiazul tenga un apoyo popular creciente en la entidad. La administración de Domínguez, criticada en unos aspectos y aplaudida en otros, le ha dado el apoyo a Kuri para ser el sucesor, desplazando a otros personajes, como Alejandro Ochoa, expresidente municipal de Colón.

En tal escenario, y con un entendido apoyo panista en la población, si Nieto hubiese sido el candidato de Morena, habría habido más probabilidades de que Kuri ganara en 2021. Pero con la candidatura evidente de Herrera, esta contienda se vuelve más rígida en los números, sobre todo considerando el “efecto Gilberto” anteriormente mencionado. Por ende, a pesar del apoyo que puedan tener ambos candidatos, la campaña gubernamental será crucial para que el voto popular se decante hacia una de las dos figuras políticas.

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