Otra triste y frustrante semana vivió la afición de Gallos Blancos con la eliminación en la Copa y la quinta derrota en la Liga. El primer descalabro, que significó el fin de la participación del torneo copero, si bien fue por la mínima, sólo ratificó el gris y precavido planteamiento táctico, y por consecuencia lo chato del equipo al frente; ya en la Liga, Querétaro desarrolló un primer tiempo ordenado con algo de fortuna, donde se fue al descanso con ventaja gracias al gol de Diego Novaretti.
Desafortunadamente lo que preveíamos muchos para el complemento terminó por cumplirse al pie de la letra: un Monterrey volcado al frente y unos plumíferos atrincherados; tan sólo ocho minutos se necesitaron para que los norteños igualaran y dieran vuelta a los cartones. También, como ya es costumbre cuando Gallos está en desventaja, se intentó evitar que cayeran más goles en lugar de buscar el empate.
Doce jornadas se fueron y no ha pasado nada, 13 puntos sumados de 36 posibles reafirman que lo que pasa de manera constante: un equipo de media tabla para abajo, un conjunto sin Liguilla en los últimos seis torneos. 15 triunfos de los últimos 49 partidos disputados en el Estadio Corregidora, y tan sólo uno en los 15 más recientes, ratifican a una escuadra que no hace pesar en lo más mínimo la localía, al margen del gran apoyo de su afición.
El tema del cociente, que es consecuencia del pésimo paso del equipo en estos tres años, es un hecho que se tiene casi superado en gran medida al pésimo torneo que han tenido Atlas, Lobos y Veracruz. Muchos ya podrán respirar tranquilos, pues gracias a esto y a la mediocre decisión de los dueños del balón, el tema quedará olvidado, por lo menos en los próximos dos años.
La Liga se suspende por la fecha FIFA y la actividad volverá para Gallos el 31 de marzo, cuando reciba a Puebla.