Vaya primera mitad por la que pasó el equipo queretano, en la que en innumerables ocasiones el equipo rojiblanco tocó a la puerta sin conseguir mandar el balón a las redes (unas por las intervenciones de Tiago Volpi y otras más por fallas propias); una defensa con errores de marca y concentración en la que, con mucha suerte, no vio caer su meta. Al frente, muy pocas aproximaciones y sin un peligro real, muy barato salió el 0-0 con el que se fueron al descanso.

Tristemente la segunda parte fue muy parecida, los locales no dejaron de tener la iniciativa buscando de manera constante el arco albiazul sin fortuna y/o con mucha fortuna para los plumíferos. Casi al final, tres decisiones apretadas permitieron ver caer los goles y a Gallos rescatar un punto del Estadio Akron.

Al margen del importante punto conseguido, preocupa —y mucho—, la baja de nivel de juego en las dos recientes jornadas, con un desorden defensivo evidente y un muy gris ataque; el próximo sábado se recibirá al siempre complicado equipo de Tigres y en esta semana se tendrán que ajustar muchas cosas para conseguir un buen resultado, con un rival como el siguiente, difícilmente alcanzarán siete minutos de juego ofensivo.

Maradona. El miércoles la escuadra de Gallos Blancos enfrentará en los octavos de final de la Copa MX a Dorados de Sinaloa con Diego Maradona incluido, más allá de que en lo futbolístico no debiera ser una complicada aduana para los emplumados, lo que ha enmarcado a este encuentro fue el enorme aumento de precios en el boletaje, situación que por un lado causó la molestia de la afición queretana y por otro, fue nota en no pocos medios a nivel nacional.

En los dos partidos dirigidos por El Diego, las entradas tanto en Oaxaca y en el mismo estadio de Culiacán, no han sido las esperadas y se han quedado muy lejos de lo que algunos pronosticaban; habrá que ver si esta medida de subir los precios no fue contraproducente y la asistencia se mantiene en los niveles bajos y acostumbrados de un partido de torneo copero.

La Frase. “El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre ser un goooooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio, un Do de pecho capaz de dejar a Enrico Caruso mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire”, Eduardo Galeano.

Twitter: @jc_aranaz

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