Se dio el relevo en la dirección técnica de Gallos Blancos, la salida de Hector “Pity” Altamirano que a pesar de su profesionalismo e incuestionable compromiso muy poco pudo hacer con este plantel y el arribo de Leonardo Ramos, que al parecer tampoco podrá hacer mucho con estos jugadores, que más allá de la poca, mediana o mucha calidad con la que cuentan, lo que es claro y evidente es la falta de compromiso, ganas y para terminar pronto, lo que es básico dentro de una cancha de futbol: huevos.

Una primera mitad en Puebla, donde se noto un poco de mejoría, con más acciones hacia el frente que derivaron en dos goles de Dos Santos que fueron anulados correctamente por claros fuera de juego, desafortunadamente para la parte complementaria volvimos a ver al mismo equipo de las seis jornadas anteriores, con poco fútbol y muy pocas ganas. Un gol de los locales tras una de las acostumbradas displicencias defensivas de la zaga defensiva,  fue suficiente para sumar otra derrota, y de paso seguir alargando la pésima racha de más de 18 meses sin un triunfo como visitantes. En resumen, se intentó competir, pero simple y llanamente no les volvió a alcanzar.

Se suma otra jornada sin poder conseguir un triunfo y también se alarga está malaria, en donde el último triunfo en liga se dio el pasado 25 de abril.

Hoy en medio de las peores estadísticas en muchos años, a las que se suman también las de indisciplina, vendrá el parón de la fecha FIFA, donde el nuevo cuerpo técnico tendrá la oportunidad de trabajar para intentar una mejoría futbolística y mental, serán 15 largos días en donde la escuadra plumífera estará en el fondo de la tabla general.

La frase.

“Llegue a esta institución como jugador en el 2010 y desde ese  dia siempre prometí defender a muerte este escudo y hoy incluso hay que defenderlo hasta de mi mismo” 

Héctor Altamirano.

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