Qué manera tan contundente de mostrarnos la fragilidad de la humanidad, la que ha tenido en un lapso corto de tiempo el coronavirus Covid-19. A pesar de que algunas otras contingencias naturales o sociales causan mayores pérdidas de vidas humanas,  nos aterra su expansión y las muertes por esta pandemia son todas y cada una muy lamentables y también nos duelen. Por ese gran riesgo, no debemos soslayar las  medidas y recomendaciones para disminuir su impacto negativo en materia de salud.

Pero ocurre que apenas nos vamos dando cuenta de la manera cómo va generando otros daños colaterales en materia económica, social y de perspectiva para todas las personas y familias. Así también, pone en evidencia múltiples carencias que tenemos como sociedad para hacer frente a contingencias que nos afectan absolutamente a todos. No estamos preparados para responder de la mejor manera en el interés colectivo. Habrá que poner sobre la mesa esa importancia de darle el justo valor a la experiencia y aprender en cabeza ajena.

La vida lleva de su mano, en momentos como los que estamos viviendo, múltiples enseñanzas que ignoramos por darle prioridad a otros afanes. Hay que estar conscientes que, además de la crisis de salud, en su momento habrá que transitar el impacto negativo en otras vertientes. En esta fotografía, los vientos nos llevan a espacios desconocidos e inverosímiles como las altas y heladas cumbres, cuando sabemos que nos movemos mucho mejor en zonas cálidas y al nivel del mar. Ojalá y haya vientos favorables para el retorno a la normalidad en el mundo y en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

Twitter: @GerardoProal

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