Francisco Garrido fue presidente municipal de Querétaro en el periodo 1997-2000 y luego gobernador constitucional del estado (2003-2009), abogado por la Escuela Libre de Derecho y con maestría en alta dirección de empresas por el IPADE; asimismo ha sido profesor de la Universidad Panamericana. Nació en la Ciudad de México el 23 de noviembre de 1953 y a partir de 1990 se estableció en Santiago de Querétaro.

Durante mi segundo periodo como rector de la UAQ, me tocó la oportunidad de tratar con Francisco Garrido en su calidad de presidente municipal. Pude observar su buena disposición e interés por ayudar a la universidad, la cual afrontaba tiempos muy difíciles en sus finanzas, consecuencia del diferencial existente entre el subsidio público asignado y los egresos obligados. En esa etapa buscó apoyar con infraestructura, lo que se materializó en el edificio de posgrado de la Facultad de Contaduría y Administración, que en su primera etapa fue apoyado por el Patronato de la UAQ y en la segunda por la presidencia municipal a su cargo, asistiendo luego a la inauguración de la ampliación de instalaciones.

En su administración como gobernador, donó los terrenos de la Unidad Deportiva de la UAQ “Dr. Enrique Rabell”, la cual tiene una extensión de 10.31 hectáreas. La Unidad Deportiva fue otorgada en comodato por el gobernador Rafael Camacho en 1985, siendo rector el licenciado Braulio Guerra Malo. Lo más importante de la administración de Garrido a favor de la UAQ fue que gracias a él se recibieron en donación terrenos del antiguo aeropuerto, 43.3 hectáreas, donde ahora se tiene ubicado uno de los campus universitarios más importantes, en el cual se desarrollan programas de varias facultades.

Posteriormente, en el tiempo en que tuve a mi cargo la presidencia del Patronato de la UAQ (2006-2009), siempre se contó con el apoyo del gobernador Francisco Garrido, quien acompañó y respaldó entusiastamente las actividades emprendidas para aumentar los ingresos del Patronato, en beneficio de nuestra máxima casa de estudios. En su gobierno destacó también el respaldo de su secretario de Gobierno, el licenciado Alfredo Botello Montes, egresado de la Facultad de Derecho de la UAQ.

El trato brindado a la UAQ por el licenciado Francisco Garrido y su equipo de trabajo se caracterizó por ser respetuoso, amable, solidario y entusiasta.

Todo gobernador tiene en su universidad autónoma pública una fuente de oportunidades para formar el capital humano que da soporte al desarrollo del estado en todos los ámbitos y permite elevar la calidad de vida de la población.

La universidad pública pertenece a la sociedad, es necesaria para la sociedad y el Estado, rehace el espacio público, en ella se forja la discusión racional de los temas que incumben al interés de toda la sociedad. La universidad pública genera conocimiento para el bienestar y la prosperidad social (ciencia, tecnología y expresión artística) a través de sus egresados y de los resultados de la investigación que realizan los profesores y alumnos; de sus actividades emana cultura y se producen bienes públicos.

La universidad pública autónoma se dedica a educar al ser humano, libre, creativo y crítico; se caracteriza por entregar conocimientos pertinentes para ser aplicados en el entorno e instrumentos para el avance de nuevos conocimientos. En la institución se adquieren valores para una mejor vida en sociedad; a ella se accede mediante reglas académicas transparentes y conocidas. Asimismo entrega cuentas a la sociedad mostrando sus resultados.

La UAQ es una de las mejores instituciones de educación superior en México, las evaluaciones a las que se ha sometido y los resultados alcanzados lo constatan.

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