Desde que iniciamos la administración municipal, hemos estado conscientes de que muchos de los problemas que aquejan a nuestra comunidad, pueden combatirse desde varios flancos. Uno de ellos, compuesto de acciones, programas y obras dirigidas a fortalecer el tejido social y los vínculos de las familias queretanas.

Con esta visión, nos dimos a la tarea de implementar diversos programas, entre los cuales están los destinados a dar atención integral a grupos vulnerables, como es el caso de los adultos mayores, los niños y las familias mismas.

Adulto mayor. De los programas que pusimos en marcha está “Jalando Parejo con el Adulto Mayor”, con varias líneas de acción.

Una de ellas, a través de dos Centros de Día, el Nänxu y la Casona de Carrillo Puerto, en los que se da atención, diariamente, a mil 705 adultos mayores y apoyamos a integrantes de 90 grupos independientes que agrupan a poco más de 8 mil personas mayores y que trabajan en colonias populares y comunidades rurales de todo el municipio.

Hasta el momento, hemos invertido 102 millones de pesos en apoyos directos, lo que representa un incremento de 251 por ciento del presupuesto con relación a la anterior administración.

Infancia en riesgo. Para detectar realmente la cantidad de niñas y niños en las calles de la ciudad, decidimos solicitar a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro, la realización de un estudio que nos mostrara, con números precisos, esta situación.

Encontramos que en cruceros y calles de la ciudad laboraban de manera cotidiana 886 personas, de las cuales 332 eran menores. De este último grupo, había 281 que tenían entre 3 y 17 años de edad. Este diagnóstico motivó dos acciones: la creación de la campaña No les des, ¡apóyalos!, y la construcción del tercer centro de día denominado “Meni” (familia), en San José el Alto, una de las principales zonas expulsoras de menores trabajadores.

En el “Meni” invertimos 22 millones 357 mil 788 pesos para su construcción. Tiene capacidad de recibir a 150 niños y niñas de 6 a 12 años de edad, dándoles servicios educativos y psicológicos; desayuno y comida “en caliente”, actividades culturales, recreativas y formativas.

También implementamos la campaña “No les des, ¡Apóyalos!”, con la idea de crear conciencia entre la sociedad y en lugar de dar dinero a los menores que están en las calles, la gente aporte para que los niños sean atendidos en los referidos centros. En la administración municipal estamos muy contentos con los resultados de esta campaña, pues gracias a la respuesta de la sociedad, 96 menores que se encontraban en cruceros se incorporaron a los Centros de Día del DIF. A la fecha se atiende a 401 menores de edad, distribuidos en los 3 centros de día.

Por su parte, el personal de la Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del DIF Municipal mantuvo constante su labor jurídica en defensa de la infancia. Ha tomado conocimiento de 78 asuntos; se institucionalizó a 10 menores que vivían alguna situación de drogas, violencia u omisión de cuidados en sus familias. 27 jóvenes y adultos ingresaron a una actividad laboral formal y se formó un equipo de futbol de muchachos limpiaparabrisas con problemas de adicciones, y que hoy participan en el torneo inter-barrios.

Cohesionar la familia. Como consecuencia de esta visión,  en 2016 creamos el Instituto Municipal de la Familia que tiene la vocación de contribuir, precisamente, al fortalecimiento del tejido social, desde la familia, que en el municipio consideramos como el principal núcleo del desarrollo humano.
Obviamente entendemos que este núcleo es el primer formador social del ser humano; es ahí el lugar en el que adquiere sus primeros valores, principios y aprende a percibir, con un enfoque particular, la realidad que lo rodea. Si tiene fortaleza la familia, sus integrantes serán moralmente fuertes.

Esta es la razón de ser del instituto, y que en el municipio compartimos plenamente.

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