Recientemente, Jorge Mario Bergoglio, papa de la iglesia católica en el mundo y jefe de Estado de El Vaticano o Santa Sede, en una visita realizada el pasado 18 de julio a España, fue cuestionado al final de la misa celebrada en la catedral de la capital de este país por un periodista sobre la supuesta canonización de la Virgen de Guadalupe en México y si iba a suceder en su próxima visita a México que está pronosticada para mayo del 2015. El Papa dijo: “A través de la humildad, la introspección y la contemplación orante hemos adquirido una nueva comprensión de ciertos dogmas.

La Iglesia ya no cree en muchas cosas como por ejemplo, en el infierno literal, donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios. Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca no para condenar sino para abrazar. Al igual que la fábula de la virgen de Guadalupe inventada en América, vemos el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una metáfora del alma aislada, que al igual que todas las almas en última instancia, están unidos en amor con Dios”.

Pero invento o fábula como reconoce el Papa, año tras año los queretanos, sobre todo los más humildes, realizan su peregrinación a la Basílica para agradecer a la Guadalupana diversos milagros o para pedirle con fe y devoción; salud, trabajo, armonía familiar y hasta pedirle que sensibilice a los funcionarios y diputados para que se solidaricen con las necesidades del pueblo, como hicieron apenas hace unos días en su edición 124 que, por cierto, solamente han interrumpido en cinco ocasiones, durante los años 1914 a 1916, en 1928 y 1929, debido a la convulsionada situación política y social que vivía el país.

En dicha peregrinación se hace un recorrido de más de 300 kilómetros durante aproximadamente 15 días, partiendo de la comunidad de Neblinas del municipio de Landa de Matamoros, a la que poco a poco se van sumando hasta reunir aproximadamente 50 mil queretanos, entre ellos, como no pueden faltar y menos aún en tiempos en que se avecina una jornada electoral en el estado, varios presidentes municipales, aspirantes a presidentes municipales, diputados y aspirantes a diputados locales, funcionarios o esposas de funcionarios públicos, etcétera.

Desde luego que muchos de estos políticos de los distintos partidos aspirantes a servidores públicos cada vez más poderosos, lo que menos sienten y les interesa es el sufrimiento de los peregrinos, pues poco o nada saben de fe y de necesidades apremiantes como empleo, alimento, salud, vestido, vivienda o educación.

Poco les importa que algunos de ellos, en su aspiración a ser escuchados por la virgen morena, además de gastar sus pocos ingresos, queden a medio camino, víctimas de algún accidente de tránsito, de insolación, de cansancio o de las escoriaciones e hinchazones de sus pies, de tanto caminar.

No sienten, pues, el más mínimo remordimiento de conciencia por ser ellos, en buena medida, los responsables del sufrimiento de los romeros, como les llaman. Al contrario; mientras más peregrinos en súplica haya, mejor, pues eso les dará la oportunidad de lucirse y aparecer como buenos samaritanos llevándoles hasta sus campañas de descanso, agua, comida o pomada para curarse las heridas y más votos seguirán cosechando para seguir viviendo del agradecido y sufrido pueblo trabajador.

No hay duda, las peregrinaciones a la basílica de la ciudad de México son un negocio económico y político y espiritual de quienes se dedican vivir del pueblo trabajador. La convicción y la fe de los hombres es una necesidad para lograr lo que parece imposible, pero junto con ella es necesaria la organización del pueblo para nada le sea inalcanzable.

Líder en Querétaro del Movimiento Antorcha Campesina

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