En buena medida, a mi hermano Felipe (Director de la Facultad de Ingeniería de 1980 a 1983) se debe la creación de los Posgrados en Hidráulica y en Mecánica de Suelos en 1980, los cuales dieron lugar a la transformación de la Escuela de Ingeniería de la UAQ a Facultad. La primera maestría que certificó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el estado de Querétaro fue la de Hidráulica, y su laboratorio se convirtió en un instrumento fundamental para dar soporte a la investigación experimental y a la construcción de modelos de presas de almacenamiento y obras complementarias.

Al implantarse estos programas de posgrado, se generaron las condiciones para profundizar y generar conocimiento, ciencia y tecnología por medio de la investigación, en congruencia con las nuevas exigencias y retos del país y de Querétaro. Estos avances se gestaron en concordancia y con el apoyo de la rectoría a cargo del licenciado Mariano Palacios Alcocer, la cual contribuyó enormemente para el nacimiento de los primeros centros de investigación en la alma máter, en diversas áreas del conocimiento.

En sus inicios como docente de la Escuela de Ingeniería en 1967, impartió las materias de Física y Dibujo. En la ya Facultad de Ingeniería, Felipe impartió cursos de Hidráulica, Mecánica de Fluidos y Algebra Lineal; asimismo, en la Facultad de Informática también fue profesor de Álgebra. Después de obtener su jubilación, continuó sus labores docentes en la UAQ y así lo llevó a cabo hasta su fallecimiento el pasado 4 de septiembre de 2017. Fueron más de 50 años de labor académica, formando a miles de estudiantes, muchos de ellos hoy respetables ciudadanos y profesionistas que le recordamos con gran afecto y respeto; lo expreso así porque, además de ser mi hermano, también fue mi maestro de Matemáticas en la Escuela de Bachilleres de la UAQ.

Hoy en día, existe fehaciente testimonio del lugar de excelencia en docencia e investigación que tiene la Facultad de Ingeniería, y en general la Universidad Autónoma de Querétaro, a la que Felipe sirvió y entregó su vida. Fue un profesor ejemplar, estricto, responsable y comprometido en la calidad de su labor; cultivó infinidad de amistades y reconocimiento.

El Laboratorio de Mecánica de Fluidos de la Facultad de Ingeniería de la UAQ lleva su nombre, desde junio de 2013, con motivo de un homenaje que se llevó a cabo en su honor, por su trayectoria como docente y su aportación a la universidad. El evento fue presidido por el entonces rector, doctor Gilberto Herrera Ruiz, y el director de la Facultad de Ingeniería, doctor Aurelio Domínguez, además de la presencia del presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Querétaro, ingeniero Antonio Velázquez, familiares, ex rectores, profesores y alumnos.

Por su parte, el Instituto Queretano San Javier, pocos días después de su deceso, también le ofreció emotivo homenaje por su labor docente de 50 años, con la presencia de alumnos de ayer y hoy, coincidiendo con las celebraciones de la Independencia en septiembre pasado, evento al cual estaba invitado aún en vida, pero ya no pudo asistir. En esa institución también impartió la materia de Física, logrando gran respeto y cariño de sus estudiantes, compañeros profesores, hermanos maristas y autoridades.

En su actividad gremial fue miembro destacado del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Querétaro (CICQ); en su actividad académica y gremial impulsó el fortalecimiento de la ingeniería civil en Querétaro. En su honor, por unanimidad de votos en Asamblea General del CICQ, se acordó nombrar a su auditorio “Ing. Felipe Jesús Zepeda Garrido”, develándose la placa respectiva en la asamblea del 3 de octubre de 2017.

La labor de Felipe fue honesta y de gran convicción. Excelente personaje y maestro, siempre será bien recordado.

Google News