El presupuesto estatal de Querétaro para 2020, recientemente votado en este fin de semana, presenta interesantes movimientos con respecto al año pasado. Uno de estos es el incremento del recurso dirigido hacia la máxima Casa de Estudios de nuestra entidad, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Esto de entrada muestra beneficios importantes para la educación pública en el estado, pero también levanta otras ideas que se incrustan detrás de este interés por brindar tal aumento.

La educación es un rubro de la más alta relevancia para todo gobierno, y para el nuestro no es excepción. Marcada de manera indeleble como artículo en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, firmada el 5 de febrero de 1917, es una herramienta que permite elevar las capacidades productivas de la población. Esto conlleva a una mayor probabilidad del aumento en el Producto Interno Bruto del país, lo que, con la implementación de las políticas adecuadas, puede mejorar el bienestar social de la población de manera paulatina.

Pero no sólo eso. La educación es una herramienta que sirve para superar la pobreza. Cada país tiene la facultad de medir la pobreza como mejor lo entienda, pero sobre todo de acuerdo a las condiciones particulares de su sociedad. En nuestro caso, México mide la pobreza de manera multidimensional, esto es, no sólo contempla el ingreso económico (diario), o el acceso a los servicios básicos (agua, electricidad y drenaje), o las condiciones de la vivienda de la persona (material o materiales de los que está hecho el hogar, el tipo de suelo, etc.); sino que también contempla el acceso a la educación, pues no tenerla provoca una serie de dificultades y barreras que no permiten el progreso social ni el desarrollo de la persona. Es por ello que el acceso a la educación es un tema estudiado por las relaciones internacionales al que le otorga suma importancia.

A medida que un país tiene una educación de calidad y que abarca el grueso de la población, comienza a ser más productivo, como se mencionó antes. Esto también permite el ascenso de las clases sociales, fortaleciendo, por ejemplo, la clase media que en la mayoría de los países forma la mayor porción de la población. Pero ahí no acaba. Otra bondad significa la mejora eventual del sistema político y electoral. Si existe una sociedad instruida y con mayor conocimiento, esa sociedad será mucho menos fácil de manipular tanto por los medios de comunicación como por el gobierno, y de la misma manera, le podrá exigir el cumplimiento de sus responsabilidades, alejando problemas sociales como la corrupción, la impunidad y otros más que nos han aquejado desde tiempos inmemorables. En suma, la evidencia en diversas naciones ha mostrado que entre más educación hay, mejor bienestar social existe. Con esto, los países se vuelven menos desiguales entre sí, mejorando las relaciones de integración y cooperación internacional, pero sobre todo erradicando las relaciones de poder tan enfatizadas en nuestra actualidad como se puede ver en la relación Norte-Sur.

Por ello, los incrementos en el presupuesto estatal destinado a la UAQ, que siempre han sido importantes y complementarios a los otorgados por el Gobierno Federal, son significativos para avanzar en esta agenda. Importante aquí es mencionar que en el último lustro este presupuesto estatal dirigido hacia la máxima Casa de Estudios de Querétaro ha aumentado. Sin ser ingenuos, se espera que esto obedezca al objetivo puro de mejorar la educación y las condiciones de la sociedad en nuestra entidad, y no para avanzar en una agenda proselitista dirigida a los estudiantes de cara al año 2021.

Twitter @NielsRosasV
niels.rosas@gmail.com

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