Me sorprende mucho la manera como las circunstancias y los acontecimientos en el entorno nos van marcando y provocan en nosotros un cúmulo de sentimientos positivos y negativos, y cuando los vivimos en primera persona, en especial los negativos, el impacto de los mismos suele ser tremendo. Si lo equiparamos a navegar apenas sentados en un bote, en un mar con tempestad, el mareo y la náusea que el zarandeo nos obsequia, hace que caigamos en la desilusión y abandonemos hasta nuestros más caros sueños. 

Por otro lado, si mantenemos fortaleza, unidad y nos apoyamos unos a otros, estamos ciertos que hay otras aguas que navegar, como en esta fotografía, donde afortunadamente la vida suele regalarnos buenos momentos. No importa que nuestro bote haga un poco de agua, seamos solidarios y en el mar de los acontecimientos, podemos ver las muchas cosas buenas que suceden destellando a nuestro alrededor y entonces debemos concentrarnos en atrapar algunos de esos brillos para rescatar la razón de ser y alimentar mejores expectativas en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

Twitter: @GerardoProal

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