Siembra mal y cosecharás peor.GTS

No hay duda, la cuestión laboral en el estado y de hecho en el país es sumamente compleja, ya que intervienen una gran cantidad de variables. Sin embargo, hay factores claros que la dañan, y entre ellos me parece que éste el hecho de que lamentablemente todavía haya muchos empleados, patrones, líderes sindicales y autoridades que no han logrado entender que su beneficio personal y éxito está ligado con el beneficio y éxito de todas las partes.

Los datos que confirman lo anterior son contundentes, por ejemplo: la rotación laboral. La población económicamente activa con empleo formal fue de 53,681,720 personas (fuente: Inegi, 1er Trim 2017) y, acorde con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 2017), 50 millones de personas renunciaron a su trabajo desde el 2015 (aunque se hayan contratado con alguien más). Ello significa que el tiempo promedio ,que permanece un empleado formal en un trabajo, es de poco más de 2 años. Las repercusiones de lo anterior son negativas, ya que los empleados al estar cambiando de trabajo se ven en la necesidad de estar viviendo continuamente las llamadas “curvas de aprendizaje” y, por tanto, impactando negativamente la productividad de su trabajo y en sí de la empresa. Además, la rotación laboral impide que el trabajador se especialice lo suficientemente como para proponer y desarrollar mejoras en los procesos que le competen. Con ello la empresa pierde capacidad de innovación (requisito indispensable, dadas las condiciones de competencia mundial, inclusive).

Entre las causas de la rotación laboral están las relacionadas con asuntos familiares. Dos de cada cinco personas que renunciaron a su empleo (42% del total y lo que equivale a 20 millones de renuncias) lo hicieron por no poder combinar cuestiones como el matrimonio, el embarazo o algún otro asunto familiar con el trabajo. Estas causas impactan sobre todo a las mujeres (80% del total de casos), por lo que en el lapso 2015/2017 decidieron renunciar poco más de 16 millones de mujeres. El tema no es menor y se hace necesario modificar el esquema o dinámica, bajo la cual está laborando la mujer. Primero porque me parece totalmente injusto que una mujer se vea en la disyuntiva de trabajar o de atender “correcta e inteligentemente a la familia”. El no atender “correctamente” a los hijos durante su primera infancia (0 a 5 años) y no darles la solidez emocional indispensable, son graves errores que pagarán el menor de edad y la sociedad en su conjunto, tal y como lo señala el premio nobel de economía James Heckman (galardonado en el año 2000) y de lo que escribiré próximamente. Es de señalarse con tristeza y preocupación que el estado de Querétaro encabeza la lista de entidades federativas donde las personas renuncian por cuestiones familiares. El 57% de las renuncias en el estado fueron por cuestiones familiares.

La segunda causa de la rotación laboral y que llevó a 8 millones de personas a renunciar, fue la búsqueda de un mejor salario.

La tercera causa tiene que ver con una mezcla del deterioro de las condiciones laborales con los bajos salarios, por lo que las personas optan por renunciar y seguir estudiando, para entonces y con un mayor grado de estudios acceder a un empleo mejor remunerado. Es de señalarse que, en estos casos, las personas piensan que “no vale la pena” seguir en el trabajo por lo poco que les pagan y migran a la economía informal.

Fuente de los Deseos. Ojalá seamos capaces de diseñar e implementar una nueva dinámica laboral, sobre todo en los trabajos destinados a mujeres, en la que se privilegie el desarrollo familiar. No hacerlo sería muy estúpido, ya que ni construiremos familias y, por ende, personas sanas desde la mayor de las visiones ni alcanzaremos los niveles de productividad y, por ende, de competitividad que requerimos en este mundo globalizado. ¡¡OJALÁ!!

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