En las próximas campañas electorales es importante que, como ciudadanos, estemos informados, no sólo de las propuestas sino también de la trayectoria política y experiencia de todos los candidatos.

En principio, debemos tener presente que “La ley no se negocia ni se debate”. Así lo sostuvo esta semana el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, cuando se refería a los contratos asignados a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Andrés López no sólo ha demostrado desconocimiento en materia legal, también pretende acabar con un proyecto que ha beneficiado a 40 mil familias y que, además, puede elevarse a 450 mil por el turismo, inversión y empleos generados cuando ya esté terminado.

La realidad exige propuestas claras y no especulaciones como las de López, pues argumenta que “terminará por hundirse porque el lago de Texcoco es el peor lugar para hacerlo”. Andrés, el mismo que dijo que “extraer petróleo es como extraer agua y que no tiene ninguna ciencia”, volvió a ser desmentido por expertos internacionales que han descalificado su propuesta de llevar el aeropuerto a la base militar de Santa Lucía.

Por ello, es tan importante poner atención a un candidato como José Antonio Meade, pues es el único con una hoja de vida limpia y que tiene claro cómo llevar a nuestro país hacia adelante; además, Pepe Meade ha demostrado que se puede ser servidor público sin lavar dinero ni tener ranchos y que la vocación del servicio público se puede dignificar.

En ese sentido, durante las precampañas se le insistió a Ricardo Anaya dar una explicación sobre las triangulaciones y lavado de dinero, pero no dio respuesta alguna a la ciudadanía; es por ello que Anaya no puede hablar de avanzar, dado que tiene un pasado manchado por la corrupción.

Las elecciones se van a ganar con la experiencia y la capacidad necesaria para proponer ideas, hacerlas visibles en las calles y debatirlas en público, porque sólo con las mejores decisiones se verá beneficiado el país, como diría don Jesús Reyes Heroles “es necesario ir adaptando, ir incorporando y desechando ideas, de acuerdo con la realidad mexicana, para construir el México más justo, más libre e independiente que queremos todos juntos levantar”.

En definitiva, la mejor opción es José Antonio Meade, ya que su principal objetivo es llevar a México hacia el futuro, con la experiencia y honestidad que lo caracteriza y que hoy se ven traducidos en ideas modernas y de continuidad; por otro lado tenemos al señor López que insiste en ver hacia el pasado, con ideas anquilosadas, sin sustento y que pretenden echar por la borda los grandes avances que han construido las instituciones de México.

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