La pandemia de la Covid-19 ha tenido fuertes repercusiones expresadas en un entramado de crisis estructurales vinculadas a la salud, la economía y el entorno social. A este escenario se suma el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania, cuyo resultado ha sido el crecimiento desmedido de los precios de las materias primas. Especialmente en lo que se refiere al monto de hidrocarburos, productos agrícolas y metales.

En este marco, México se sitúa entre los países beneficiados con el incremento del precio del petróleo al subir el valor de la mezcla mexicana que pasó de 47.12 dólares por barril el 4 de enero de 2021 a 108.9 dólares el 8 de mayo de 2022, según datos del Banco de México. Sin embargo, a mediano plazo estas ganancias tienden a evaporarse. Cuando sube el crudo en los mercados internacionales se produce un efecto en toda la cadena productiva ocasionando que los productos que compra el consumidor final sean más caros. En el caso de nuestro país, el aumento en el precio del petróleo viene acompañado de inflación y bajo crecimiento económico.

Frente a la gravedad del problema inflacionario mundial y sus impactos en la economía nacional, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha propuesto el “Plan contra la inflación y la carestía”, en el que presenta medidas agrupadas en cuatro rubros: aumentar la producción, reducir costos de distribución, facilitar importación de insumos y disponer de una lista de productos a precios accesibles. Esta disposición se expresa en las siguientes 16 acciones:

1. Estabilizar el precio de la gasolina y el diésel, el gas LP y la electricidad.
2. Aumentar la producción de granos, especialmente del maíz, frijol y arroz.
3. Incrementar la entrega de fertilizantes de cinco a nueve estados de la república.
4. Eliminar por un año la cuota para la importación del sulfato de amonio, una sal clave para la producción de fertilizantes.
5. Fortalecer la seguridad en las carreteras.
6. No aumentar las cuotas de peaje en autopistas.
7. Exentar de la carta porte del SAT a las personas o empresas que brindan servicios de transporte de bienes y mercancías.
8. No incrementar las tarifas ferroviarias para el transporte de alimentos, fertilizantes e hidrocarburos.
9. Reducir costos y tiempo del despacho aduanal.
10. Tener despacho ágil de carga en los puertos marítimos.
11. Eliminar aranceles a las importaciones de 21 productos de la canasta básica durante 6 meses.
12. Crear como medida de emergencia una reserva estratégica de maíz.
13. Mantener los precios de garantía del maíz, arroz, frijol y leche.
14. Fortalecer los programas de abasto de alimentos Liconsa y Diconsa.
15. Mantener un diálogo de participación con las empresas en apoyo al Plan contra la inflación y la carestía.
16. No incrementar precios de servicios de telefonía e internet (empresas Telmex y Telcel).

Aunque la propuesta del presidente de México es una solución parcial a la crisis inflacionaria impactará en un tercio de los componentes del Índice Nacional de Precios al Consumidor (inflación subyacente), lo que contribuirá a mantener el poder adquisitivo de los hogares.

Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale

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