Con un clavel en mano dio inicio una noche mágica repleta de arte, Kristel González nos dio con ello nuestra bienvenida y a partir de ahí comenzó la  exposición Nuevas identidades, en donde nos reunimos cerca de 400 personas amantes del arte.

Siempre creí que era rara por gustarme cosas distintas, el día de ayer mi pensamiento cambió por completo, la verdad es que esas dudas han ido cambiando poco a poco, y puedo decir que ese día fue un detonante. Mary Rivas, como iniciadora de este proyecto formidable, y todas las que participamos en el colectivo con nuestro pequeño granito de arena pudimos hacer el cambio.

Nunca había visto así de lleno un lugar de arte, fuera del museo de Louvre, en Francia; ver la galería como la vi esta semana, en la muestra participativa Nuevas identidades, de verdad me dejó impresionada, todas teníamos una sensación de estar en un mundo paralelo, teníamos la piel chinita, llena de mucho nervio, buena vibra y felicidad al vernos una a otra.

Este sentimiento que da el poder exponer con mujeres fregonas, talentosas y  admirables es indescriptible, es la razón por la que sigo creyendo que sí se puede trabajar entre mujeres.

Todas unidas por una misma causa, el amor por el arte, sin duda fue lo más importante y la participación de cada una de nosotras fue algo esencial para lograr este objetivo.

Durante muchos años hemos sido invisibles en este ámbito y qué mejor manera de sentir cambio con esta muestra que nos transmite justo eso, una nueva identidad a través de este tipo de trabajos, Mary Rivas es creadora de difusión artística y para mí es parteaguas de proyectos que unen y hacen coincidir a mujeres con los mismos gustos, brillamos todas de manera simultánea.

Estas mujeres reunidas con nuevas identidades en su tercera edición, no sólo se trató de ser la parte retratada, como por siglos lo hemos visto en fotografías, pinturas y esculturas, sino que ahora fuimos juez y parte de un trabajo que al final de todo y con el toque que cada una ha dado pie a este cambio, que aporta una construcción y transformación de la identidad colectiva de la que fuimos testigos en estos días.

Se dice fácil, pero hacer curaduría, montajes, difusión y tener todo listo para un evento de esa magnitud es un trabajo que, sin duda, vale la pena replicarse más seguido.

Descubrimos estas 93 mujeres, cada una con su estilo propio, que todas tenemos una historia qué contar a través de cada obra, sin duda se puede trabajar en equipo. Los roles de género no definen una identidad, por lo que con esta exposición esperamos seguir desmantelando pensamientos inválidos sobre la mujer en el arte.

Twitter: @nayelirosasb

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