Los intereses políticos y económicos de Puebla y del país se mueven veloces y despiadados en la lógica de este secular apotegma, tras la muerte de la gobernadora Marta Erika Alonso y de su esposo Rafael Moreno Valle, cabeza del grupo político que la llevó al palacio de gobierno después de un largo y desgastante litigio electoral, mandamás en el estado durante los últimos ocho años y líder de una facción del panismo que opera para alzarse con el control nacional del partido.

Cuatro días han pasado desde el accidente aéreo y la rebatiña por el poder apenas puede contenerse a sí misma para permitir que el Congreso local apruebe este fin de semana el presupuesto del estado.

Será entonces a mediados de la semana entrante cuando la legislatura poblana emplace a un período extraordinario de sesiones en el que deberá elegir al gobernador interino que tendrá un plazo de tres a cinco meses, a partir de su designación, para convocar a elecciones.

La decisión quedará en manos de quienes tienen la mayoría de los asientos, en este caso Morena y aliados (PT-PES) con 22 de los 41. Hasta anoche parecía haberse impuesto la corrección política para dejar en el interinato a un miembro del partido ganador de la última elección directa, el PAN.

Morena-Puebla ya declaró estar dispuesta a no imponer su mayoría y optar por una figura de consenso que garantice gobernabilidad, lo que abrió entre el panismo la lista de posibles interinos: Roberto Villa Escalera, empresario y eterno aspirante a la gubernatura; Ana Teresa Aranda, histórica militante del blanquiazul en Puebla, y Max Cortázar, ex vocero de Felipe Calderón, entre otros.

Pero la verdadera puja se proyecta hacia la definición de quiénes serán los candidatos en las elecciones que tendrían lugar entre abril y mayo próximos, sobre todo de los dos partidos que han sostenido una cerrada competencia.

En el caso del PAN se vislumbran dos aspirantes muy cercanos a Moreno Valle, fuerza real que difícilmente podrá hacer a un lado la dirigencia nacional.

Uno de ellos es Luis Banck, único orador el martes pasado en el funeral de la malograda pareja. Habló en calidad de jefe de la oficina de la gobernadora Alonso. Pronunció un discurso en el que clamó por justicia (¿?), lo que desató rechiflas contra la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, enconó los ánimos, mostró inexperiencia política y se interpretó como un autodestape a cuenta de su añeja amistad con Moreno Valle. Cuando este llegó en 2011 a la gubernatura de Puebla, postulado por el PAN y respaldado por el PRD, lo incorporó a Desarrollo Social como uno de los pilares de su gabinete. Banck se ocupó con el tiempo como alcalde sustituto de Puebla, cuando Toni Gali padre pidió licencia al ayuntamiento para ser candidato del PAN a gobernador y luego mandatario de 2017 a 2018.

El otro es Toni Gali hijo, quien trae todo el apoyo de su padre el exgobernador, pero que también construyó una sólida amistad con Moreno Valle, quien lo incorporó a su gabinete, como otro de sus pilares, en la secretaría de Economía.

Un tercer pilar del gobierno de Moreno Valle fue en su momento Fernando Manzanilla Prieto, quien llegó con toda la fuerza a la secretaría general del gobierno alternante. Pero las desavenencias con Bunck y Gali lo confrontaron con el gobernador hasta la ruptura, que fue total cuando el hoy diputado federal del PES se relacionó sentimentalmente con Gabriela Moreno Valle, hermana del mandatario.

Manzanilla juega sus cartas para el interinato y para la candidatura de su aliado Morena, siempre y cuando lo permitan quienes parten el queso en ese partido y que también la buscan. Es el caso del presidente del Congreso poblano, Juan José Espinoza, ex alcalde de San Pedro Cholula y esposo de la senadora del PT, Nancy de la Sierra, a quienes sus adversarios exigen mostrar mediante su declaración 3 de 3 el origen de su fortuna. Esos detractores son Edgar Garmendia de los Santos, secretario general de Morena en Puebla, y la líder nacional de ese partido, Yeidckol Polevnsky, confrontados a su vez con Gabriel Biestro, líder de la diputación local morenista y principal gestor en el litigio electoral del candidato perdedor de las últimas elecciones, Luis Miguel Barbosa.

Éste último difícilmente volvería a ser candidato a gobernador, no solo por las suspicacias que levantaría, sino porque se asegura que durante los últimos meses ha avanzado notablemente el deterioro de su salud.

Instantáneas:

1. CASINOS. Durante la última semana del gobierno de Enrique Peña Nieto, la SEGOB entregó permisos para operar casinos. El 27 de noviembre a “Discos y Producciones Premier”, presuntamente vinculada al director jurídico de Multimedios Televisión, con vigencia de 25 años y permiso de operación en Tlalnepantla, Estado de México. El 23 de noviembre a “Súper Juegos Robin”, solo por un año y por resolución judicial, para operar en Chihuahua. Gran molestia hay entre los concesionarios con papeles en regla porque los nuevos y discrecionales permisos propician una competencia desleal y distorsionan sus planes de inversión.

2. Esta columna y quien la redacta le desea salud, trabajo, bienestar y felicidad para el año que iniciará el próximo martes. ¡Abrazos y bendiciones!

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