¿Es viable en estos momentos de crecimiento perdido, en la peor crisis económica desde la segunda guerra mundial, la ejecución de una Feria de Franquicias? ¿Resulta conveniente? Quizás la duda se plantea fuera de tiempo; cuando se está a menos de 15 días de que en la Ciudad de México se lleve a cabo este evento; cuando su organizador presume que ya vendió  90%  del piso de exhibición a marcas, proveedores y consultores.

Pero yo me refiero a la factibilidad de lograr negocios en el WTC, sede de la cita entre marcas e inversionistas. El directivo de una empresa global me confió en algún momento, que nunca se tendrían las condiciones óptimas, ideales para invertir, pero ¿cuál será la correspondencia a ese emprendedor arriesgado, interesado, el tono usado en cada stand, por cada expositor? ¿existirá la sensatez? ¿se privilegiará la manipulación y no a la reputación como valor máximo de un esquema de negocio, como lo sufrimos hoy en publicidad inducida e invasiva en redes y buscadores de la web, que ofertan franquicias engañosas, sin ton ni son?

El organizador ya vendió cada metro cuadrado de su piso de exhibición, ya logró su negocio, ¿qué corresponde ahora para las marcas fieles a este mecanismo de comercialización de sus franquicias? ¿para aquellas que aprovechan la feria para su lanzamiento?

Desde España, en ese análisis serio y profundo sobre la industria de la franquicia, como el de la consultoría MundoFranquicia -que en México tanta falta hace- se propone una revisión en blanco y negro para no distraernos. Se enumeran las amenazas del momento actual: la guerra de Ucrania, el encarecimiento de las materias primas, la inflación, las tasas de interés, las posibles secuelas de la crisis sanitaria. Se convoca a las franquicias y a los  inversionistas a no ignorarlas, y si bien no entregarse a las lamentaciones, sí analizar la situación y actuar en consecuencia sobre un panorama sombrío.

MundoFranquicia y su director general de operaciones, Pablo Gutierrez, explica que después de que la crisis sanitaria y su confinamiento, barrió con el “mapa emprendedor”, se ha puesto de relieve la fortaleza del canal organizado, “y está claro que los negocios se dirigen hacia la asociación”. En su visión hay factores que invitan al optimismo en las franquicias y explica: un consumo que se va recuperando, oportunidades inmobiliarias, nuevas tendencias que sin embargo, se obliga a seguir con lupa aún dos o tres años más.

La prudencia pues queda de manifiesto. Pero si en nuestro país, el gremio que liderea la Asociación Mexicana de Franquicias imagina número alegres de un crecimiento positivo del 6 al 9 por ciento, se tiene a franquicias que ignoran con su hacer, la tesis máxima de este modelo de negocio como factor de distribución que no de concentración de riqueza, y siguen los “cuentos chinos” de seudo franquicias, cocinadas “al vapor” como fórmula de éxito inmediato, al final, ya no habrá expo ni feria que seduzca al inversionista.

En esta próxima edición, la 45 de la Feria Internacional de Franquicias, no asistirán aquellas consultorías que han dado lustre a la misma, la de Gallastegui Armella Franquicias, ni la de Feher Consulting, en conjunto lo decidieron. La misma debe reinventarse consideraron; hablaron de corredores o pasillos especializados. “La crisis nos enseña a ser más realistas, no hay aún recuperación económica”, confió el pionero de la industria en México, Juan Manuel Gallastegui.

Jaime Salazar, recién nombrado director para Latinoamérica de Comexposium, empresa francesa que posee la Feria de Franquicias, con una basta experiencia en este tipo de foros, aceptó que al industria de la exposiciones volverá a niveles prepandemia hasta el 2023.

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