Este fin de semana, nuestro país vive nuevamente una jornada electoral agitada, para nada sencilla y con pronósticos reservados por lo menos en la mitad de las entidades que decidirán quién les gobernará durante los próximos seis años. Hay casos como el de Oaxaca que se vislumbra con claridad quién será el triunfador, sin duda la dupla de Morena con el exsenador Salomón Jara, fueron la garantía para todos y todas aquellas oaxaqueñas que desde hace tiempo vienen apoyando el proyecto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo hay entidades donde los elementos que determinan el triunfador no recaen solamente en el candidato o en el partido, veamos el ejemplo de la entidad hidalguense, donde Morena ha demostrado un incremento en su fortaleza y su coordinación con los grupos políticos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, mismos que le han significado sumar a sus filas a diversos actores políticos que durante ya varios años han estado vigentes en la vida política de ese estado. Sumado a esto es imposible ignorar que el Partido Revolucionario Institucional, en su ya decadente situación, decidió darle la espalda al actual gobernador Omar Fayad e imponer a Carolina Viggiano Austria, candidata que es más conocida por ser esposa del exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira, que por el trabajo legislativo que pudo haber realizado durante su etapa como diputada, sin duda este cálculo poco acertado tendrá influencia en los ánimos de la militancia tricolor y con seguridad no darán su voto institucional.

Situación similar la que vive Aguascalientes, donde siempre se han repartido las posiciones políticas el PRI y el PAN, justo este estado es el que el Presidente de Acción Nacional, Marko Cortés, aseguraba que tenían ganado; la realidad es que la candidata morenista, Nora Ruvalcaba, está cerca de cumplir con la máxima de que caballo que alcanza, gana. No es de extrañarse, si al hartazgo ciudadano de los hidrocálidos le sumamos que la maestra Nora cuenta con el respaldo y la trayectoria partidista necesaria para ser quien encabece el proyecto de Morena en dicha entidad, es altamente probable que este fin de semana el partido del presidente pueda dar la campanada en dicha elección.

Le sigue Quintana Roo, Tamaulipas y Durango, donde el pronóstico es reservado y cuyos respectivos gobiernos están afinando sus finas artes de marrullería para evitar que tanto Mara Lezama, Américo Villareal y Marina Vitela se lleven el triunfo electoral que fortalecería a Morena rumbo a las elecciones del 2024.

Interesante ejercicio democrático del que seremos testigos desde la trinchera y otros desde el escenario, todos pendientes de la movilización electoral de la jornada del próximo domingo. Insisto, porque aquí no sólo bastan las cualidades de las y los candidatos con quienes se simpatiza, el actuar de los resentidos al interior de diversos partidos de la oposición será trascendental en el resultado final. Tiempo al tiempo, la moneda está en el aire y el 2024 se sigue  construyendo desde otros escenarios.

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