La elección 2021 nos deja nuevas realidades. Por primera vez, 7 mujeres serán gobernadoras y tendremos el mayor número de alcaldesas en la historia de México, todo resultado de la lucha feminista por la paridad.

En San Lazaro se reduce la ventaja de la 4T pero no pierde la mayoría, por lo que le alcanza para aprobar el presupuesto y reformar leyes secundarias pero ya no podrá modificar la Constitución a contentillo. La coalición PRI-PAN-PRD aumenta el número de sus curules, pero nada garantiza que su noviazgo no sea una “llamarada de petate”; MC y el Verde se vuelven bisagras. Pierden sus registros RSP y Fuerza por México, el PES está en el límite y cualquier soplido puede reenviarlo al cementerio de los partidos muertos, esta vez para siempre.

Querétaro se consolida como uno de los reductos de la derecha más derecha. El PAN ganó con una enorme mayoría y se llevó el carro casi completo. Gobernará el estado, doce municipios y tendrá un congreso a modo que le facilitará la vida al gobernador Mauricio Kuri.

Morena quedó a deber. El desorden y la opacidad con la que nombraron a sus candidatos y candidatas y sus luchas intestinas y públicas no vaticinaban nada bueno. Derrocharon el bono democrático que ganaron en 2018 como si los votos crecieran en los árboles.

Las siete candidatas a la gubernatura se sumaron en bloque a la agenda feminista. Con ellas Querétaro finalmente comienza a romper la inercia conservadora y se mueve lentamente en otra dirección, a pesar del triunfo del PAN. Por primera vez vimos banderas de arco iris en los debates y hablar abiertamente de la despenalización del aborto. Mi abrazo para Abigail, Celia, Katia, Bety, María, Raquel y Penélope. Ustedes anclaron cimientos sobre las que otras construirán.

Debemos tener menos rémoras partidistas que vivan del erario. Muchos partidos no alcanzaron ni siquiera el 1% de la votación y sin embargo nos costaron millones. Querétaro Independiente es un ejemplo ya que, ni como comparsa del PAN, logró el 3% de votos por si mismo, ha vivido 3 años del erario y ya es hora de que desaparezca. Resulta absurdo que se más fácil que un partido viva de nuestros impuestos que poder participar como candidato o candidata verdaderamente independiente.

No hubo sorpresas. Triunfó una postura conservadora que vaticina que los derechos humanos, especialmente de las mujeres queretanas, seguirán en riesgo. Ojalá lleguen políticos con una visión estadista para sentarnos a la mesa a negociar y sumar y que entiendan lo que es realmente gobernar para todos y todas y no solo de dientes para afuera.

Las activistas feministas trabajaremos con quien se deje, nos sentaremos con quien esté, exigiremos nuestros derechos humanos, presionaremos con todos nuestros recursos y marcharemos juntas y con fuerza.

El feminismo que viene estará más presente que nunca para que Querétaro camine hacia un siglo XXI al que la clase política en el poder, hasta hoy, se niega a entrar.

Google News