En marzo de 2017, durante un mitin en El Paso, Texas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió, por primera vez, que reduciría los impuestos en la frontera norte de México y duplicaría el salario mínimo si se convertía en Presidente de la República.

Su principal asesor en este proyecto es el empresario Pedro Romero Torres-Torija, originario de la Ciudad de México y avecindado en Tijuana, Baja California, desde 1966. El influyente hombre de negocios llegó al primer círculo de AMLO por medio de su concuño, César Yáñez, vocero y futuro titular de la Coordinación General de Política y Gobierno del gabinete presidencial.

Histórico defensor de las zonas libres de impuestos en la frontera, Torres-Torija le planteó a Andrés Manuel López Obrador cancelar lo que considera una “mala medida” implementada por el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de homologar los impuestos fronterizos a los del resto del país, la cual generó, sólo por concepto de IVA, un impacto de más de 5 mil millones de pesos que no retornaron en proyectos de desarrollo económico vía el gobierno federal.

En enero de 2018, durante la precampaña, López Obrador viajó a Tijuana para reiterar su compromiso. “No hace falta aumentar impuestos o endeudar al país; al contrario, en esta franja fronteriza va a bajar el IVA y el Impuesto Sobre la Renta (ISR)”, dijo acompañado de empresarios como Torres-Torrija.

Fue así que comenzó a tomar forma la propuesta de reducir el IVA de 16% a 8% y el ISR a 20% en al menos 30 kilómetros de la frontera, así como el plan de homologar los precios de los energéticos con los de EU.

La propuesta inicial que el grupo de empresarios encabezados por Torres-Torija planteó a López Obrador fue reducir de 16% a 11% la tasa del IVA, pero en un impulso del entonces precandidato a la Presidencia de México, decidió recortarlo a la mitad, 8%.

Torres-Torija, también impulsor del proyecto de la zona económica fronteriza, fue invitado al grupo económico de AMLO para ayudar a delinear la política industrial. Ahí se dieron las discusiones sobre la reducción del ISR para generar incentivos a la inversión y desarrollar sectores como el aeroespacial, electrónico, de autopartes, agroindustrial y biotecnológico.

El empresario, que hace unas semanas fue designado por AMLO como el nuevo “responsable de la frontera”, considera que ciudades como Tijuana, con gran vocación exportadora y un centro logístico importante, pueden tener la fuerza de potencias como Hong Kong y Shangai.

Él mismo tiene oficinas de representación en el país asiático y se ha pronunciado por estrechar los vínculos económicos con China, así como incentivar las inversiones de Asia, como se espera ocurra durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

Torres-Torija ha presidido instituciones empresariales como el Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana y la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de esa ciudad. También es director y coordinador de la asociación Zona Económica Fronteriza, así como del Consejo Consultivo de ex presidentes del Consejo Coordinador Empresarial.

Entre algunos de los negocios del empresario tijuanense están alrededor de 40 almacenes comerciales bajo la marca El Águila, los cuales ofrecen mercancías a bajo precio.

También posee hoteles, como el Holiday Inn de Tijuana, donde ha auspiciado eventos de Andrés Manuel López Obrador. En Rosarito, Baja California, hace unos años vendió a la productora estadounidense Twenty-First Century Fox un terreno para que extendiera sus operaciones en el estado.

Es visto como un empresario comprometido con el desarrollo de la frontera y aunque siempre ha estado cerca de los políticos y de figuras polémicas, como Jorge Hank Rohn, nunca se ha interesado por el servicio público.

Asegura que en más de siete ocasiones le han ofrecido cargos públicos, pero los ha rechazado. Por lo tanto, se descarta para competir por la candidatura a la gubernatura de Baja California en el 2019.

Para el empresario tijuanense será muy difícil tomar distancia de AMLO y de su “delfín”, el cual buscará arrebatarle al PAN el estado de Baja California el próximo año. También será complicado no entrar en un conflicto de interés, pues sus negocios a lo largo de la frontera se verán beneficiados por los recortes de impuestos… y ni qué decir de sus lazos familiares con el hombre de todas las confianzas de AMLO: César Yáñez.

Posdata. Los recortes de impuestos en la frontera ocasionarán un hoyo fiscal para el próximo gobierno. El futuro subsecretario de Egresos, Gerardo Esquivel, estimó el golpe en 40 mil millones de pesos por concepto de IVA, pero el ex jefe del Sistema de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez, salió en Twitter a enmendarle la plana: le faltó considerar otros 80 mil millones de pesos por concepto de ISR. Ni llevando la sede del SAT a Mexicali —como pretende hacerlo AMLO— se frenaría la relocalización de domicilios fiscales en la zona de bajos impuestos para evadir las contribuciones.

Twitter: @MarioMal Correo: 

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