Para una gran mayoría de los que habitamos en el progresista estado de Querétaro, el distanciamiento social al que hemos estado sometidos ya representa un reto psicológico, laboral, familiar, por decir lo menos. La necesidad de “retomar” el rumbo y ritmo de nuestras vidas es ya muy grande y buscamos cualquier pretexto, ya sean invitaciones laborales, repentinos eventos o necesidades concretas para buscar desafanarnos del auto encierro y salir, con todos los cuidados, a cumplir con la diligencia y respirar libertad, aunque momentáneamente.

Esta libertad, que en principio comenzará a partir del próximo miércoles 17, cuando en el estado se pase al color naranja del semáforo epidemiológico, conlleva mucho de responsabilidad para todos, no solamente para los diversos sectores que han sido ya nombrados como esenciales, y los respectivos giros o negocios que paulatinamente, según porcentajes de operación, reiniciarán actividad a mediados de esta semana.

Esta responsabilidad de la que hablo hoy este martes #DesdeCabina considera seguir extremando todas las medidas sanitarias dentro de casa, con los nuestros, y justamente por ellos, quienes habremos paulatinamente de reincorporarnos a las diversas actividades laborales, debemos de cuidarnos en el trayecto, al ingreso y salida de los centros de trabajo y otros lugares, para regresar sin contagiarnos a casa.

Entrar y salir, convivir con otros, sobrellevando los cambios que deberán hacerse en las fabricas, oficinas, restaurantes o transporte público, sin duda que será todo un reto, pero si entendemos en verdad que esta pandemia ya nos cambió, debemos obtener lo mejor de ello en nuestros hábitos para bien de nuestras organizaciones y sobre todo de nuestras familias. Insisto que es una gran responsabilidad que todos en Querétaro debemos compartir, no solamente las autoridades.

Hablar entonces de que ya se vislumbra la luz al final de túnel para retornar a una normalidad que esta lejos de ser como era antes, sigue siendo muy aventurado, según el portal de The Guardián, en el reportaje Coronavirus vaccine: when will we have one?, existen posicio nes ligeramente encontradas respecto a la disponibilidad de una vacuna para inmunización masiva; según algunos expertos en los próximos 12 a 18 meses -se mantiene la ventana de tiempo de la urgencia en la investigación y desarrollo- se contaría con la información y protocolos completos de pruebas en humanos; otro grupo considera factible el desarrollo y pruebas en los grupos de riesgo para el otoño próximo, tomando en cuenta que las farmacéuticas aún tendrían que librar los protocolos de las autoridades sanitarias locales e internacionales. Aun faltan meses, en resumen.

Sin embargo, mientras se cuenta con una vacuna, o suficiente inmunidad de grupo para evitar que siga creciendo la curva de contagios, tenemos que adaptarnos a la vida coexistiendo con este virus. Dicha adaptación dependerá en gran medida de ese cambio de hábitos al que tanto recurro en los textos de esta serie, así como a la rápida adaptación en nuestra vida cotidiana, por demás ya adaptada. No desesperemos, busquemos acelerar el paso hacia la adaptación social, con firmeza y disciplina. Hoy estamos cada día más cerca.

Rector de la UNAQ / @Jorge_GVR

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