Para muchos, la convivencia con animales es algo totalmente natural, despertamos con ellos, los escuchamos, nos emocionan y en la gran mayoría de las veces, su sola presencia nos reconforta y alimenta el alma. Con ellos reímos, corremos, lloramos y hasta dormimos. Son parte de nuestras vidas, y cuando parten, dejan huecos que no siempre pueden llenarse. Para otros, la cercanía con cualquier especie, especialmente algunas con malas famas ganadas por el cine, representa una tortura, por decir menos.

Estos seres fantásticos, las mascotas, forman hoy parte de nuestras vidas y luego olvidamos que ellos, aún sin tener conciencia como nosotros —aunque esto de repente puede ser cuestionable—, sienten dolor y se emocionan volviéndose amortiguadores de las emociones familiares.

La Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies (AMMVEPE) estimó en enero de este año, que existen alrededor de 28 millones de perros y gatos en nuestro país, de los cuales el 70% se encuentra en la calle y la cifra tiende a crecer un 20% cada año ya que aproximadamente medio millón son abandonados. Exponer las causas del abandono no es el tema de esta colaboración, pero sí lo es con respecto al trato que le damos a los que si conservamos con nosotros.

Otras estadísticas señalan que entre 7 y 8 de cada 10 familias mexicanas tienen algún tipo de mascota, y más del 80% son o perros o gatos. Pero, ¿qué hacemos con ellos?, ¿cómo los procuramos?, ¿en realidad viven felizmente con nosotros?, ¿son tratados como un “miembro” más de la familia?, o son olvidados en la azotea, encerrados durante el día y apenas liberados para ser maltratados en esos pequeños momentos en que se alegran al vernos. Es triste observar mascotas que requieren grandes espacios o condiciones especiales, hacinadas en lugares sin ventilación, sin lugar para correr o simplemente en condiciones verdaderamente insalubres.

Peor aún con el maltrato, con la violencia que se extiende hasta estos pequeños animalitos cuya única culpa fue ser adquiridos en alguna tienda de mascotas o haber sido el regalo de alguien quien, por pena o dejadez, no lo brinda en adopción y prefiere “mantenerlo” consigo a pesar de las pobres condiciones y sobre todo la falta de cariño y atención que necesita.

El próximo 4 de octubre es considerado el día mundial de los animales y el 28 de septiembre de las mascotas, pero sin importar estas fechas, este martes #DesdeCabina, quiero alzar la voz para reflexionar sobre el maltrato a los animales con los que convivimos, sean mascotas o no, que sufren nuestras flaquezas humanas, nuestras decepciones, nuestros enojos y frustraciones y que calladamente nos quieren y aceptan. Ellos merecen mucho más que unos instantes de tiempo, mucho más que una comida rápida o una apresurada caminata, ellos merecen respeto, cariño y sobre todo buen trato. Es verdaderamente lamentable ver cómo las redes sociales dan cuenta de este maltrato y abandono a una diversidad de especies, pero   más reconfortante aún observar que cada vez más personas se ocupan de promover la adopción e incluso el rescate de cientos de mascotas, mostrando nuestra humanidad y empatía con otras especies animales y dejando a un lado esa civilidad desgastada que nos inunda por todos lados.

Rector de la UNAQ / @Jorge_GVR

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