Como fanática de los museos debo de admitir que éstos pueden llegar a ser aburridos… sí, aburridos. El arte y sus espacios pueden ser abrumadores esto influye al acudir a un museo, ya que lo visitamos con ideas preconcebidas o sin interés, ¿quién no recuerda esas visitas extracurriculares a los museos de la ciudad?, las cuales que tenían un solo fin: completar un formulario para entregarlo al final de la visita.

En la actualidad, acudir a un museo es todo un reto, podemos salir más confundidos con lo que vimos dentro, en comparación a cuando empezamos el recorrido. Esto depende de muchos factores, pero también de esta predisposición que tenemos acerca de los museos, en ocasiones pensamos que un museo busca la divulgación conocimiento, siguiendo esta línea, entonces ¿por qué saldríamos más confundidos de cuando entramos?

Hoy te voy a contar acerca de los museos, qué mejor manera que iniciar por el origen de la palabra. La palabra “museo” tiene su origen en la antigua Grecia, su etimología hace referencia a “el templo de las musas”, esto me parece muy acertado ya que así es como nos han mostrado el museo, como un templo, un espacio sagrado donde no es permitido el ruido y hay que acatar ciertas reglas para poder ingresar. En cierta medida esta definición nos ha formado la idea del museo como un edificio —un templo—, el cual es cerrado y con un ambiente controlado con las luces y el aire acondicionado.

Regresando a la etimología en inglés existen dos palabras que usan la raíz “musa”,  “to muse” que significa algo para contemplar y que conlleva cierto nivel de reflexión, de igual forma esto nos han inculcado acerca de los museos, que son lugares de reflexión y admiración. También existe otra palabra con la misma raíz que es “to amuse”, sus significados pueden ser entretener o divertirse, éstos son contrastantes a los juicios que conocemos acerca de los museos.

¿Es acaso posible que un museo busque divertirnos? ¡Sí! en la actualidad existen diferentes herramientas que muchos museos aplican para crear experiencias únicas y diferentes a lo que en ocasiones el espectador está acostumbrado. Un ejemplo es el Museo Interactivo de Economía en CDMX, uno de sus principales objetivos es exponer y enseñar la economía desde una visión innovadora y divertida, esto es logrado través de un programa de mediación extraordinario.

Así como éste existen muchos más ejemplos de recintos que buscan deshacer la idea de que un museo es aburrido, tal es el caso de los museos al aire libre, uno de los más antiguos es el Museo Skansen, espacio que se enfoca en mostrar la vida, a lo largo de los años, de los habitantes de Suecia, esto a través de reconstrucciones de viviendas y de la cultura misma, uno como visitante puede ser parte de diferentes talleres, recorridos por las viviendas etc.

Con esto propongo una nueva ramificación, el arte es diversión. Existen cientos de acciones que los museos, no sólo de ciencias y arqueología, sino también los de arte están implementando para lograr que la experiencia dentro del espacio museístico sea única, y así poder generar reflexión y conocimiento. Pero tú qué opinas, ¿crees que los museos también pueden ser divertidos?

*Lic. en Historia del Arte y Curaduría

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