No hay muchos créditos a favor de AMLO por lo alcanzado en lo que va de su gobierno. Los análisis son mayoritariamente críticos, existe un clima de crispación generalizado. Hay algunos analistas que por el contrario consideran un balance favorable.

No todo ha sido un tobogán incontrolado, existen logros, aun cuando los tropiezos sobrepasan mayoritariamente, no solamente en calidad sino en cantidad. Resultó atinada la inhabilitación de Los Pinos para convertirlo en museo. Hubo otra determinación mayor: la cancelación del Estado Mayor Presidencial.

La venta de los aeronaves oficiales, así como de vehículos del Estado Mayor también causó beneplácito popular. El presidente viaja en avión comercial, pero esta novedad lleva el riesgo de quedar expuesto a críticas, chiflidos, abucheos, insultos, aun cuando en muchos casos el presidente es el provocador.

Por lo pronto, aparecen signos de tensión social alrededor de la figura presidencial: los abucheos en Acapulco por la cancelación de las guarderías; lo acontecido en la inauguración del Estadio de Béisbol de los Diablos del México.

Una contratista del gobierno me comentó que a partir de la llegada de la 4T ha participado ya en cuatro procedimientos de licitaciones públicas, y en ninguno le han pedido dinero para favorecer sus propuestas, como ocurría regularmente (¿invariablemente?) en el régimen anterior.

La exigencia al Rey de España para que se disculpe por los abusos de la conquista es un episodio esquizofrénico. El desafío más bien parece un artilugio para dejar atrás el abucheo en el estadio de béisbol. Igual se le ocurre pedir indemnización por los gastos cuando se recibió a la República española en el exilio. En cuanto a la extraña relación del gobierno con Trump, aun cuando muchos quisiéramos un distanciamiento con quien ha utilizado a México como su punching bag, no se ha tensado. Aun la discutible reunión con Jared Kuschner, envía un mensaje alentador a inversionistas.

El presidente de la República atendiendo asuntos de Estado exigía un marco más digno que la casa particular de un empresario. Dio una explicación y al darse cuenta de lo indefendible del error, remató como un tan-tán. Solamente que el tan-tán presidencial no cancela el registro histórico del extraño episodio. Hay algunas luces, pero más sombras en el camino andado. Tan-tán.

Profesor de la UNAM. @DrMarioMelgarA

Google News