‘Éramos muchos y parió la abuela’, 
dicho popular mexicano

Todos los especialistas lo habían anticipado; algunos incluso lo previeron mucho mayor; sin embargo, el desplome de la economía mexicana durante el segundo trimestre del año es, a la luz de las estadísticas, el peor en toda la historia de México.

El primer récord de la cuatroté es, desafortunadamente, negativo; el primer número que marca un antes y un después en cualquier ámbito, en los 20 meses que lleva el inquilino de palacio, es un número que muestra la desgracia que enfrentamos como país y la pésima conducción del mismo.

El Producto Interno Bruto (PIB) es, según el Banco de México, la suma del valor de todos los bienes, servicios e inversiones que se producen en el país durante un año y es, además, una forma de medir el crecimiento económico de un país. (http://educa.banxico.org.mx/economia/crecimiento-pib.html )

En este mismo espacio educativo del Banco de México se explica que si la tasa del PIB es negativa durante un periodo determinado, la producción y actividad económica del país no aumentará y estará en recesión.

“En estas condiciones, es probable que haya más desempleo y que esto afecte seriamente a muchas familias”, afirma el Banxico.

No lo digo yo, lo dice el Banco de México, una entidad autónoma del Estado Mexicano.

Ahora bien, la tendencia del crecimiento económico de México ya era negativa desde finales del año pasado y así lo mencioné en su oportunidad (https://www.eluniversalqueretaro.mx/content/amlo-vs-amlo-0); sin embargo, hoy los números son desastrosos.

El que comprende entre abril y junio de 2020 es El PEOR trimestre desde que se tiene registro y además, es el quinto consecutivo con retroceso, lo que confirma que México está metido en una clara recesión.

El gobierno de la cuatroté ofrece estos números a los mexicanos, aunque el inquilino de palacio hoy diga que no importa medir el PIB. En el segundo trimestre de este año, el PIB cayó -18.9%, pero eso no es lo peor, el Producto Interno Bruto mexicano, según los números del Inegi ha registrado una caída, a tasa anualizada, de -53.1% (menos 53.1%).

Cuando inició la pandemia de Covid-19 ya sabíamos que estábamos mal en materia económica, bueno, los fans de la cuatroté se negaban y lo siguen haciendo, a aceptarlo; aunque la evidencia fuese clara.

Llegó el 28 de febrero de 2020 y con él el primer caso de la enfermedad que obligó al mundo a parar y entonces, vinieron las pésimas noticias. No sólo estábamos mal económicamente, había que bajar cortinas y puertas de negocios y empresas y, para acabarla de acabar; la administración federal afirmó que no rescataría a los fifís empresarios que pedían a gritos apoyos para no cerrar de manera definitiva, para seguir pagando sueldos, para mantenerse vivos. Nada, el inquilino de palacio, en su más neoliberal estilo afirmó que si tenían que quebrar, que quebrasen los empresarios. Y eso fue lo que sucedió.

El jueves pasado, ante este escenario catastrófico en materia económica, el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, estimó ante este escenario catastrófico que la actividad caería entre 8% y 12% en el tercer trimestre y entre 4% y 8% en último tramo de 2020.

“No sería sino hasta 2022 cuando esperaríamos regresar a los niveles de producción que teníamos antes del inicio de la pandemia”, sostuvo Esquivel.

Lo dicho, éramos muchos y parió la abuela. Digo.

El último párrafo. Para aquellos que, la semana pasada, me ‘felicitaron’ por las cuentas realizadas a partir del costo de mantener el avión presidencial fuera de México, les dejo este ejercicio aritmético con el costo de vacunar a todos los mexicanos. De acuerdo a los datos revelados del valor de las vacunas contra Covid-19 que hoy se desarrollan, en promedio de 50 dólares cada una, vacunar a 126 millones 200 mil mexicanos, tendría un costo de 159 mil 579 millones 900 mil pesos aproximadamente.

Bueno con el dinero que se está tirando en la refinería de Dos Bocas (160 mil millones de pesos), alcanzaría y hasta no estaría sobrando un poquito. Les digo.

@Paniagua_Fdo

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