“Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores”.  Gibran Jalil Gibran.

Estamos empezando el año y quienes me honran con su lectura como cada sábado han de saber que están teniendo la primicia de estar frente a la primera edición de esta columna en el 2015. Eso ¿qué nos trae al día de hoy? Muchas bendiciones porque eso se traduce en que al estar pendientes de las últimas noticias y hechos relevantes, están edificando su edificio personal de cultivar conocimiento.

Y máxime tratándose de los temas que se aventuran a acompañarme cada semana cuyo eje principal es estar al tanto de los hechos que escriben y protagoniza nuestra sociedad tan querida.

A través de la oportunidad que me brindan de leerme, hemos podido juntos recorrer todo Querétaro, el mundo, los recintos culturales sede de la entrega del Premio Nobel, de la Feria Internacional del Libro, los eventos altruistas más célebres, acoger en nuestro corazón a las causas más nobles y representativas. En conclusión hemos crecido como personas durante el año pasado.

Ahora bien, les pregunto:  ¿cuántos de mis seguidores se pudieron involucrar para apoyar una causa el año pasado? ¡Espero que muchos!

Recuerden que a nivel mundial los gobiernos por mucho que así lo deseen y tengan las mejores intenciones de bienestar en cumplimiento de las funciones para los que fueron contratados, jamás podrán dar carpetazo al tema de la pobreza, hambruna, marginación, falta de valores, y demás temas que hacen flaca a la sociedad.

En cambio, si cada ciudadano se involucra en literalmente mejorar su entorno y saca al héroe que todos llevamos dentro, veremos en realidad que nuestra sociedad caminará mejor.

Es por ello que hoy es un día memorable en el periodismo con causa que inicié y tuve el honor de ser pionera desde hace dos años. ¡Vengo a convocarlos, amigos todos, a que nos subamos al barco del reto 12/365, como he decidido titularlo! Y con ello ¿a qué me refiero?

La explicación es la siguiente: El año del calendario solar en el que transcurre nuestra vida, consta como todos sabemos, de 12 meses y 365 días.

Hagamos más cálculos: 1 día  tiene 24 horas
1 hora tiene 60 minutos
1 minuto tiene 60 segundos
60 por 60 = 3600 segundos por cada hora
3600 por 24 horas = 86400 segundos por día.
    Suele existir un correo que circula por internet, en el que comparan esos 84600 segundos que tiene un día como si fuesen euros que te regalan cada día y depende de ti como los gastes, a la mañana siguiente, lo que no has gastado te lo quitan y te entregan otros 86400 segundos más.

Los más audaces y rápidos de mente, quizá ya estarán adivinando el trasfondo de mi propuesta altruista…….  Sí, ¡ya me cacharon!  Me estoy apoyando en que haciendo una alegoría, lo que no damos desinteresadamente y con amor en un día, al final del mismo, se nos retirará, y por lo tanto esta experiencia se nos fue de las manos.

Por el contrario si al menos dedicamos 30 minutos, una hora, o más en apoyar una causa social de mayúscula trascendencia, habremos invertido y ahorrado en el banco de nuestra vida un capital mayúsculo que nos hace sentir plenos como seres humanos.

Siendo también mayúscula la desconfianza que ronda en donar ya sea en especie o en efectivo a instituciones benéficas, yo les propongo algo que incluso yo, su amiga, ha llevado a la práctica.

Antes de hacer mi donación, si no conozco a priori la trayectoria de la institución que será beneficiada, pero algo me dice la causa que enarbola, entonces, solicito una cita con la persona encargada de dirigir sus destinos como puede ser la presidenta, presidente, director o directora. Acto seguido, me presento como una ciudadana que simpatiza con su labor y pido de la manera más amable un resumen de sus actividades para conocer más a fondo su trabajo. Es así, como mi sentido común, pericia en el mundo de la filantropía y hechos palpables me motivan para fungir como madrina de tal o cual institución benéfica.

Es así, como también se hace Patria, quiero decir, sumándose en apoyar a la educación, los proyectos productivos de los jóvenes, de los estudiantes, visitando las comunidades vulnerables que necesitan de amigos que les ayuden a entender la vida y su significado.

En fin, este llamamiento a sumarse al reto 12/365, es a dedicar al menos una hora a la semana a este tipo de actividades. Y créanme, los resultados serán palpables empezando a medir resultados.

Espero sus comentarios y me dará gusto inscribir a este sueño a muchas lindas personas, la gente bonita de Querétaro que con su iniciativa, inteligencia, valores y aptitudes qiueran escribir su nombre en los anales de, los que hacemos Patria, como ya decía.

¡Espero su apoyo para México!

Regreso el próximo sábado con más de estos apasionantes temas.

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